Del cambio de imagen radical a la estrategia sibilina: las fortalezas y debilidades de los finalistas de ‘Supervivientes 2025’

Apenas quedan unas horas para que los concursantes de ‘Supervivientes 2025’ se despidan de la Palapa y pongan rumbo a nuestro país. El próximo martes se celebra la gran final del reality, a la que solo han podido llegar cuatro participantes. Montoya, Anita Williams, Borja González y Álvaro Muñoz Escassi se disputan el cheque de 200.000 euros que solo uno de ellos podrá llevarse a casa. Por ello, analizamos todos los puntos fuertes pero también las debilidades de cada uno de ellos.

Por el camino se han ido quedando muchos participantes que han formado parte de esta aventura en la que han permanecido en los Cayos Cochinos durante más de tres meses. Durante estos cien días hemos podido verlos a todos pasar hambre, pelearse, reconciliarse y sufrir con las pruebas que han puesto por parte de la organización. Ellos tienen claro que, a fin de cuentas, se trata de uno de los realities más seguidos por los telespectadores y sus datos de audiencia así lo demuestran.

La viralidad de Montoya

Montoya fue el primero de los concursantes en proclamarse finalista. Se debió a que ganó la prueba de líder tan determinante, aunque hasta el pasado jueves no conoció que ya se había plantado en la final. El sevillano llegaba a Honduras con una maleta muy pesada sobre sus hombros, ya que había protagonizado grandes momentos virales en ‘La isla de las tentaciones’, llegando incluso a Estados Unidos.

En los Cayos Cochinos ha demostrado que continúa siendo un animal televisivo y así lo atestiguan las múltiples conversaciones que ha tenido con Jorge Javier Vázquez durante el concurso. De hecho, su gran fortaleza reside en haber conseguido mantener el apoyo de la audiencia durante tanto tiempo, ya que ha conseguido librarse de múltiples nominaciones durante su estancia en la isla.

Sin embargo, su mayor debilidad radica en que no ha cosechado el collar de líder nada más que en una ocasión, la que le valió su pase a la final. Por ello, los que valoren la supervivencia lo ven como un punto en contra. Si no quieres perderte nada de lo que ocurra en ‘Supervivientes 2025’ apúntate a nuestra newsletter de los viernes. Solo tienes que apuntarte aquí. Además, también te podrás poner al día de todos los famosos a través de nuestro canal de Whatsapp. Puedes suscribirte aquí.

El cambio radical de Anita

La segunda participante que consiguió ser finalista fue precisamente Anita Williams, ya que la audiencia la salvó la primera de todos los nominados. Ella llegaba con una visión bastante negativa por parte de la audiencia, ya que en su anterior participación televisiva le fue infiel precisamente a Montoya. Sin embargo, su destreza e implicación en las pruebas ha hecho que los telespectadores la vean como una de las grandes supervivientes de la edición.

Además, tiene a su favor el reciente corte de pelo que se ha hecho. El motivo principal no era la comida, si no la posibilidad de hacer una videollamada con su hijo. De esta manera, conseguía tocar la fibra sensible a la audiencia. Como aspecto negativo tiene el hecho de haber estado involucrada en muchos de los conflictos y polémicas que han tenido lugar en la isla, ya que salta a la más mínima.

El silencio de Borja

En la gala del pasado jueves Borja González se convirtió en el tercer finalista. Su paso por Honduras se ha caracterizado por el silencio. El valenciano no se ha metido en grandes conflictos, esquivándolos siempre que le ha sido posible. Como consecuencia, el silencio ha sido lo más destacado para el concursante, aunque él siempre ha dejado claro que ha hablado cuando ha considerado que ha tenido que hacerlo.

Por otra parte, el novio de Ana Solma también ha sido uno de los grandes supervivientes. Todos querían contar con él en su equipo para las pruebas físicas, donde ha dejado clara su competitividad sana. Pero también ha mostrado sus dotes para la supervivencia, algo que lo hacía indispensable para sus compañeros en los Cayos Cochinos y una de sus fortalezas de cara a proclamarse ganador del concurso.

La estrategia sibilina de Escassi

Álvaro Muñoz Escassi llegaba al reality por segunda vez. Hace dieciséis años ya estuvo cerca de llegar a la final pero una lesión se lo impidió. Esta vez dejaba claro que iba a por todas y a quitarse esa espinita que tenía clavada. A sus 51 años ha demostrado que no hay edad para este tipo de realities y su buena forma ha provocado que sea uno de los que más veces se ha puesto el collar de líder y más recompensas ha ganado.

En las tareas cotidianas de la playa también es un valor seguro. Sin embargo, en las últimas semanas ha llevado a cabo una estrategia sibilina que la audiencia puede que no le deje pasar. Son muchos los que no le pasan que dejase entrever que Montoya había sido violento con Anita y que luego pidiese perdón tras ver las imágenes. No obstante, en las últimas horas reina la paz en la isla y todos han resuelto sus diferencias.