Emilio Aragón se sincera para Lecturas sobre su compañera Belén Rueda y lo que piensa de ella

Es uno de los grandes nombres de la televisión. Emilio Aragón ha creado escuela. El actor y productor decidió, en un momento dado, alejarse de la popularidad para centrarse en el trabajo detrás de la cámara. De vez en cuando ha regresado para hacer alguna colaboración o dar alguna entrevista. Hace unos años hablaba con la revista Lecturas sobre su último proyecto.

Tras quince años de ausencia televisiva, Emilio Aragón regresaba ante las cámaras con un programa a su medida, ‘B.S.O.’, en Movistar+. En él invita a grandes personalidades y amigos para repasar sus trayectorias profesionales y personales a través de las canciones que han marcado su vida.

Recuperamos la entrevista donde Aragón se sincera sobre su faceta como abuelo, la fama y también nombres que han formado parte de su vida como la actriz Belén Rueda.

¿Qué te hizo decidirte a volver a la televisión?
Yo estaba confinado con mis nietos y una de mis hijas. Me llamaron de Movistar+ y me preguntaron si quería hacer algo en televisión. Les dije que me sentía muy halagado pero que no. Afortunadamente, pasan dos cosas: que estoy hecho un moñas increíble porque mis nietos me tienen... y que ese ‘no’ se fue transformando en un ‘¿por qué no?’. Lo que me terminó de convencer fue la libertad, me dijeron que hiciera lo que quisiera.

Dices que ser abuelo te ha vuelto un moñas. ¿Te ha cambiado mucho la vida?
Sí, es verdad que estoy muy abuelo. Yo ahora estoy deseando llegar a casa para tirarme al suelo con mis tres nietos, que tienen siete, cinco y dos años. Están en una edad maravillosa. Llegas a una edad en la que hay recuerdos ya con mucho peso en mi vida, echas de menos a gente..., ese tipo de cosas inevitables. Yo ahora quiero hacer las cosas que me apetecen, quiero ser honesto con lo que hago.

¿A tus nietos les sorprenderá verte en la tele? Ellos no te vieron en tu etapa de más éxito.
Me han visto puntualmente, pero sí me dicen: “Bebo, ¿de qué va a ser el programa?, ¿puedo salir?”.

¿Saben que Bebo es famoso?
Sí, en algún restaurante se acerca la gente y me saluda. Cuando eran pequeños se preguntaban por qué, ahora lo han entendido.

¿Por qué no te has decidido antes a volver a la tele?
El problema de la cámara es que, físicamente, te lleva un tiempo que le estás quitando a otras cosas. Yo necesitaba tiempo, tenía proyectos. Por eso hace quince años decidí parar, porque, si no paraba en ese momento, no iba a parar nunca. Era una decisión que ya había sembrado cuando me tomé un año sabático en la época de ‘Médico de familia’ y me fui a Boston.

¿Necesitabas huir del éxito?
Sí, eso pasó. Es que eran otros tiempos, fue el momento del nacimiento de las privadas, con audiencias de millones de personas.

Belén Rueda es una de las invitadas de tu nuevo programa.
A ella me unen tantísimos recuerdos... Hubo momentos verdaderamente emocionantes. Debe ser la edad, pero ahora me emociono muchísimo. Te vienen muchos recuerdos. Y empezamos a jugar a los abuelos porretas... Belén es que es adorable, es imposible no hacer algo bonito con ella.

Tus hijos no han seguido ninguna faceta artística.
No. Son muy creativos, pero no se han dedicado a esto. Uno de ellos toca instrumentos. Tienen mucho oído, pero no son músicos.

¿La herencia artística se la han llevado tus nietos?
Sí, aquí está para eso el abuelo insistiendo y poniéndoles las pilas. En septiembre empezamos a estudiar chelo mi nieto mayor y yo, juntos.

¿Sois una familia muy unida?
Sí, nos reunimos muchísimo los fines de semana, convivimos y compartimos mucho.

¿No se te ha pasado por la cabeza hacer un programa todos juntos?
No, pero sí que tengo una idea de un programa con una hermana mía, que es un fenómeno en la gastronomía. Ha tenido una escuela de cocina y por la pandemia la tuvo que cerrar. Un programa de música y de cocina.

¿Abres las puertas a seguir en la tele?
No de forma constante, pero ya no tengo un ‘no’ grabado a fuego en la frente.

¿Cuál sería la banda sonora de tu vida?
De mi infancia, Benny Moré o los discos de Serrat. Yo soy hijo de inmigrantes, pisé España por primera vez con 14 años. Escucho canciones de Serrat y veo a mi padre sentado en el salón de nuestra casa de Puerto Rico. O escucho ‘Lady Madonna’, de The Beatles, y recuerdo cuando vivía en Caracas, con 9 años, y ya me parecían buenísimos. Me di cuenta de la influencia de mi madre al nacer mi hija mayor, Ichi (Icíar). De repente yo veía a mi madre durmiéndola por la noche y le cantaba un tumbao. O recuerdo la música que me puse en mi primer viaje a la playa cuando me saqué el carné de conducir. Llevaba unos altavoces muy horteras retumbando en la parte de atrás del coche.

¿Te sientes reconocido por tu trabajo en este país?
Sí, mucho, y yo he sido muy feliz. Me siguen pasando cosas muy bonitas por la calle y se me pone un nudo en la garganta. Son las canas.

Con la moda de los ‘remakes’, ¿te gustaría hacer uno de ‘Médico de familia’?
Sería muy bonito hacer un capítulo o una tv movie, habría que ver qué ha pasado con los personajes estos años. Sería divertido.

Se casó Aarón Guerrero, que interpretaba a tu hijo Chechu. ¿Mantienes relación con los actores de la serie?
Sí, tenemos un chat que mantenemos muy vivo. El otro día fue el cumpleaños de Isabel Aboy (que interpretaba a su hija María), tenemos una comida pendiente.