Rafael Narbona, profesor de filosofía: “La ambición material ilimitada acaba provocando hastío. Eso de que los ricos también lloran es muy cierto”

El crítico literario ha compartido con Lecturas algunas de las mayores claves y mitos detrás de la búsqueda de la felicidad.

Alicia Alarcón
Alicia Alarcón

Redactora digital de Lecturas

Rafaael Narbona
Imagen cedida

¿Es realmente beneficiosa para el ser humano la ansiada búsqueda de la felicidad? Esta es una de las grandes cuestiones que ha abordado el crítico literario, Rafael Narbona, a través de la filosofía en Lecturas. El amor, los vínculos afectivos y la importancia de los cuidados son también algunos de los asuntos más relevantes que analiza el profesor de filosofía en ‘Elogio del amor’, su nueva publicación.

La búsqueda de este ansiado estado de plenitud no deja de crecer. Sin embargo, muchos apuestan por un concepto errónea de ella. La felicidad no se encuentra tras la riqueza material ni económica. De hecho, ni siquiera es un sinónimo de exaltación o euforia. Rafael Narbona, una de las grandes mentes de nuestro país, ha desvelado en este medio la verdadera clave de la felicidad.

La felicidad no es para todos: "Es algo que debemos merecer”

“Aunque la búsqueda de la felicidad siempre ha estado ahí, ahora hay una cierta moda de hablar sobre ella”. Es una de las principales conclusiones que ha compartido el profesor de filosofía con este medio de viva voz. Alcanzar la felicidad no es una tarea sencilla, pero sí posible. No se trata de tomar decisiones precipitadas enfocadas en el futuro y la riqueza. De hecho, no tiene nada que ver con esto. “La felicidad se confunde con un estado de exaltación o euforia y eso está más cerca de la neurosis que de una felicidad verdaderamente profunda y duradera”, nos cuenta en exclusiva Rafael Narbona.

Rafael Nabrona
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Este estado de plenitud tampoco reside en un solo elemento de la vida. Según el crítico literario, “la felicidad es la combinación de varias cosas”. “En primer lugar, llevar una vida fructífera, fecunda y con metas. Si tú llevas una vida donde tienes unas metas que estás realizando poco a poco, luchando por ellas y te dedicas también a cuidar de las personas de tu entorno, ya estás llevando una vida fructífera”, señala Narbona desde el otro lado del teléfono.

Por otro lado, el profesor de filosofía asegura que “la verdadera felicidad también es una combinación de la conciencia satisfecha por el deber cumplido y, al mismo tiempo, una vida creativa con objetivos”. “No es simplemente un estado de euforia semejante al que puedes experimentar con un enamoramiento muy pasional”, subraya. Por este mismo motivo, Narbona asegura que “la felicidad no es un derecho” de todos, “sino algo que debemos merecer”.

Un asesino, un violador o un pederasta no tienen derecho a ser felices y si lo son es un agravio a las víctimas”, cuenta. El mayor estudio sobre la felicidad realizado por la Universidad de Harvard también incide sobre la calidad de las relaciones, la bondad y la generosidad para ser felices en la vida. Cuidar de los demás es mucho más importante de lo que creemos también para nuestro bienestar personal. “La felicidad es algo que tú te ganas con un comportamiento ético”, añade el crítico literario.

rafael narbona monteagudo
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La felicidad más allá de la gratificación instantánea

El experto en filosofía también ha aclarado en este medio que la felicidad se sitúa muy lejos de la gratificación instantánea, algo muchos buscan para ser felices en la vida. “Algunas no son malas en sí mismas, siempre y cuando no impliquen hacer una serie de cosas que son inaceptables como engañar a tu pareja. El que hace eso puede experimentar una gratificación física, pero luego si es una persona decente va a sentir malestar psíquico”, ejemplifica Narbona.

Lo mismo ocurre con “el que roba algo”. “Si te apropias sin esfuerzo puedes experimentar una gratificación instantánea, pero en el fondo sabes que estás haciendo algo indecente”, añade. La felicidad es mucho más que eso. “Las gratificaciones instantáneas son placeres efímeros. Duran unos instantes y enseguida se apagan. La verdadera felicidad es un sentimiento que se prolonga en el tiempo”, asegura el experto.

Este es uno de los grandes motivos por el que hay que terminar con la falsa creencia de que la riqueza es el camino hacia la verdadera felicidad. “Se le da mucha importancia a los bienes materiales como las compras compulsivas. Inmediatamente experimentas gratificación, pero luego también un sentimiento de culpabilidad".

"La ambición material ilimitada acaba provocando hastío. Eso de que los ricos también lloran es muy cierto”, señala. Su conclusión al respecto es clara y certera. “La felicidad se encuentra fundamentalmente en amar, ser amaro, tener una meta en la vida y ser un humano decente”, sentencia.