Ni Mallorca ni Formentera: el precioso pueblo marítimo donde veranean Nuria Roca y Juan del Val está en Menorca

El matrimonio visita con frecuenta un precioso rincón de Menorca para disfrutar de sus vacaciones de verano y reunirse con la familia.

Nuria Roca y Juan del Val
Gtres

Menorca es uno de los destinos más populares de España para veranear. Ya es el mayor enclave vacacional de los turistas y no deja de acumular reservas en estas fechas. También algunos de los rostros más conocidos de nuestro país apuestan por la isla para disfrutar de una refrescante escapada. Nuria Roca y Juan del Val son dos de ellos. El conocido matrimonio visita cada verano una encantadora y asombrosa localidad portuaria de Menorca.

Un destino para desconectar

Nuria Roca y Juan del Val también disfrutan de su tiempo en pareja durante el verano. Está claro que nadie renuncia a sus vacaciones. El matrimonio tiene predilección por los destinos de mar ya que la costa se ha convertido en uno de sus mayores aliados durante el verano. Aun así, la pareja no apuesta por cualquier lugar. Menorca se ha convertido en una de sus islas preferidas. Nuria Roca y Juan del Val intentan bañarse en sus aguas, al menos, una vez al año.

Ciutadella es su localidad preferida y también un punto de encuentro familiar. Allí la hermana de Nuria, Ruth, y su cuñado tienen una empresa de alojamientos turísticos y navegación. Pero este no es el único motivo por el que abandonan cada verano la península.

Sus aguas, su patrimonio, su cultura y su gastronomía son realmente asombrosas. Este pequeño pueblo portuario no deja indiferente a nadie. De hecho, es uno de los mayores enclaves turísticos que posee el Mediterráneo. El costumbrismo que se respira allí habla por sí solo. Sus calles empedradas a orillas del mar brindan una experiencia realmente relajante.

La Ciutadella de Menorca lo tiene todo. Su casco antiguo es uno de los más espectaculares de la isla y, de hecho, está reconocido y protegido como bien de Interés Cultural. Sus propuestas son de lo más variadas y se pueden visitar desde palacios hasta catedrales. La Contramurada es una zona que ningún turista puede dejar de lado. Este paseo rodea todo el casco antiguo amurallado que data del siglo XIX. También la Catedral de Santa María es uno de los monumentos más emblemáticos.

La Ciutadella de Menorca
CANVA

Junto a esta también destacan la Plaza es Born, el Castillo de San Nicolás o el puerto de la Ciutadella. Este último lugar no solo es un espacio turístico. Durante años ha sido un icónico punto de encuentro gastronómico y de ocio. Nuria Roca y Juan del Val lo conocen bien. Podría decirse que es un imprescindible que nadie puede pasar por alto durante su visita en la Ciutadella. En la antigüedad, este puerto era uno de los principales lugares destinados al comercio y la pesca. Ahora, posee una gran variedad de terrazas, tiendas, restaurantes e incluso embarcaciones ideales para todos los gustos.

Pero esto no es todo. Su museo municipal o sus pequeños miradores son otras propuestas que ofrece la Ciutadella de Menorca. Es realmente completa. Aun así, la joya de la corona es quizás su gran variedad de calas donde cada verano miles de visitantes disfrutan de una experiencia enclavadle. Entre ellos, Nuria Rosa y Juan del Val. Macarella, la Turqueta, la Cala Blanca, Algaiarens o Pilar son algunas de las más populares. Cualquiera es una opción ideal para disfrutar en familia o con amigos de un buen baño relajante.

Menorca, enclave gastronómico español

Su patrimonio o sus playas no es todo lo que la Ciutadella tiene que ofrecer. La oferta gastronómica también es una de las mayores joyas que posee. El arroz de la tierra, la raya al horno, el perol menorquín, el guiso de perdiz con col o la caldereta de langosta son platos realmente exquisitos para cualquier paladar. También degustarlos con un buen vino es una experiencia digna de vivir.

La calidad de los productos locales que no deja indiferente a nadie es uno de sus mayores secretos además de la variedad Culinaria. Uno de los momentos ideales para disfrutar al máximo de la Ciutadella son sus fiestas de Sant Joan en junio. Es la mejor excusa para empaparse de cultura y tradición. Es cierto que, aunque hay que abandonar la península para llegar a la isla por agua o aire, el camino para acceder a la Ciutadella una vez allí es de lo más sencillo. También moverse por el interior de la isla en transporte público es muy fácil y accesible para cualquiera.