Entrenar es una de las mejores herramientas que existen para cuidar de nuestro bienestar. No solo es un hábito clave para ganar o perder peso. Es mucho más que eso. La ciencia ha demostrado que el ejercicio físico es capaz de prevenir ciertas enfermedades cardiovasculares, fortalece los músculos, mejora el estado de ánimo e incluso reduce el estrés y la ansiedad. Es un gran aliado para cuidar de la salud mental y física. Felipe Isidro, catedrático de ejercicio físico y responsable de actividad física en 'PronoKal Group', ha compartido con 'Lecturas' algunas de las claves más importantes del deporte para tener en cuenta.
A favor del entrenamiento híbrido
El deporte es capaz de cambiar vidas. Aunque para muchos puede sonar demasiado prometedor, lo cierto es que una actividad física constante puede marcar la diferencia entre un cuerpo sano y su calidad de vida. Así lo ha demostrado la ciencia, aunque es evidente que también influyen otros factores como alimentación. En un contexto en el que el running se está popularizando como deporte asequible y sencillo, los bulos sobre su eficacia también crecen por momentos. Hay quienes dejan a un lado el entrenamiento de fuerza para centrarse únicamente sobre actividades aeróbicas y esto es un gran error.
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Ambas son necesarias para gozar de una buena salud e incluso para prevenir lesiones, siendo un punto clave que muchas personas desconocen. "El entrenamiento de fuerza es fundamental para preservar y aumentar la masa muscular, mientras que el ejercicio cardiovascular mejora la salud cardio metabólica y favorece la oxidación de grasa", cuenta a Lecturas Felipe Isidro. El experto que ha dedicado su vida a esta materia asegura que combinar los dos tipos de entrenamiento "permite aprovechar lo mejor de ambos mundos".
Eso sí, ha dejado claro que esto ocurre "siempre que se respeten los tiempos de recuperación y se evite el sobreentrenamiento". El responsable de actividad física en 'PronoKal Group' insiste. Se puede llevar a cabo un entrenamiento híbrido sin problema alguno. De hecho, "es muy recomendable si se hace de forma estratégica". "La clave está en la planificación. Se debe comenzar con ejercicio de fuerza para añadir posteriormente el ejercicio cardiovascular", nos cuenta el experto. Más allá de evitar todo tipo de lesiones, ofrece beneficios reamente importantes.
"Un entrenamiento híbrido, combinando fuerza y cardio (en ese orden), ofrece múltiples beneficios: mejora la composición corporal (aumenta masa muscular y reduce grasa), optimiza el metabolismo, fortalece el sistema cardiovascular, y contribuye a una mayor adherencia a largo plazo gracias a la variedad de estímulos. Además, mejora la funcionalidad del cuerpo para actividades cotidianas y deportivas", asegura Felipe.
Quienes buscan el tipo de entrenamiento más productivo apuestan por ambas partes. "Es una estrategia muy completa y efectiva, especialmente si se acompaña de una alimentación adaptada y el seguimiento de profesionales, como proponemos desde PronoKal", puntúa. Cabe destacar que no existe una norma general para aplicar sobre cada tipo de entrenamiento. Los expertos abogan por desarrollar un plan adaptado a cada circunstancia, necesidad y objetivo. El tiempo que se le dedique a deporte y el nivel de intensidad también importa y es capaz de marcar la diferencia a la hora de obtener resultados.
Aun así, existen recomendaciones generales que se pueden tomar en consideración como punto de partida. "Lo ideal es comenzar con ejercicios básicos que fortalezcan los músculos y preparen el cuerpo para actividades más intensas en el futuro. El primer paso es centrarse en acciones motrices básicas, como el empuje de piernas y los movimientos de empuje y tracción de brazos, que trabajan los grupos musculares principales", asegura Felipe. En esta misma línea, ha destacado la importancia de incluir "ejercicios con el propio peso corporal o herramientas ligeras, como bandas elásticas, que ayudan a mejorar la coordinación y la fuerza de forma progresiva".
Las sentadillas y zancadas para fortalecer piernas y glúteos, las tracciones de brazos para mejorar la fuerza de la musculatura de la espalda y los empujes de brazos sobre superficies elevadas o planchas para mejorar la fuerza de brazos, tronco y core son algunos de ellos. Cuando nos hemos acostumbrado a estos ejercicios y manejamos perfectamente la técnica y el peso es cuando hay que aumentar la intensidad y dificultad poco a poco y de forma progresiva para evitar lesiones o problemas de salud.
"Una vez que se está acondicionado muscularmente, con el tiempo se debe ir integrando al entrenamiento semanal ejercicios cardiovasculares como caminar a ritmo ligero, caminar o correr, bicicleta estática u otros, a una intensidad en la que se pueda hablar", señala el experto. En cualquier caso, su mensaje principal sobre este asunto es claro. "La clave en ejercicio siempre está en avanzar de forma gradual, siendo constantes, evitando el sobreesfuerzo muy fatigante y asegurando que el ejercicio sea seguro y eficaz", sentencia.