Nuria Roca y Juan del Val, conocidos por su complicidad tanto personal como profesional, han consolidado en Menorca uno de sus refugios estivales más especiales. Cada verano, la pareja viaja a la isla balear acompañada de sus hijos para disfrutar de unas vacaciones en familia, aprovechando la residencia de Ruth, hermana de Nuria, quien vive allí y les brinda un entorno acogedor y familiar.
Menorca representa para ellos mucho más que un destino turístico: es el escenario de reencuentros, celebraciones —como el reciente 22 cumpleaños de su hijo mayor— y planes que combinan paseos en barco tradicional por calas paradisíacas, cenas con productos locales y momentos de desconexión frente al mar.
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Ciutadella de Menorca
Ciutadella es el corazón histórico de Menorca, una ciudad aristocrática que conserva un casco antiguo de calles adoquinadas, palacios señoriales y una atmósfera única. Fundada en tiempos romanos, floreció bajo el dominio musulmán y fue reconquistada en 1287 por Alfonso III de Aragón.
Su historia está marcada por episodios dramáticos, como el asalto otomano de 1558, y su reconstrucción le otorgó el esplendor monumental que hoy la caracteriza. Declarada conjunto histórico-artístico, pasear por Ciutadella es viajar en el tiempo y sumergirse en la esencia de la isla.
Plaza des Born y Catedral de Santa María
La Plaza des Born es el epicentro de la vida ciudadelana y punto de partida ideal para explorar el casco antiguo. Rodeada de edificios emblemáticos y presidida por un obelisco que conmemora la resistencia frente a los turcos, aquí se celebran mercadillos y eventos culturales.
Muy cerca, la Catedral de Santa María, de estilo gótico catalán, se alza como uno de los templos más bellos de Baleares. Su interior sorprende por la sillería de madera y las capillas históricas. Ambos lugares son imprescindibles para captar la esencia monumental y espiritual de Ciutadella.
Excursiones en barco y calas vírgenes
Siguiendo el ejemplo de Nuria Roca y Juan del Val, recorrer la costa en barco es una de las experiencias más auténticas de Menorca.
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INSTAGRAM @nuriarocagranell
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El tradicional llaut permite descubrir calas de aguas turquesas como Macarella, Macarelleta, Cala Turqueta y Son Saura, rincones de naturaleza virgen ideales para el baño, el snorkel y la desconexión total. Los paseos en barco ofrecen otra perspectiva de la isla y la posibilidad de disfrutar de la tranquilidad y belleza de sus playas más exclusivas.
Forn Can Bep
La gastronomía menorquina es parte fundamental de la experiencia. Forn Can Bep es una panadería emblemática donde Nuria y Juan no dejan de pasar cada verano.
Aquí se pueden degustar especialidades locales como el llonguet de sobrasada, queso y miel, además de dulces tradicionales. El trato cercano y la calidad artesanal convierten cada visita en un pequeño ritual familiar y gastronómico.
Fiestas de Sant Joan
Las fiestas de Sant Joan, celebradas el 23 y 24 de junio, son el alma de la tradición ciudadelana. Con raíces medievales, estas fiestas llenan las calles de caballos, música, desfiles y un ambiente de hermandad único.
Participar en ellas es sumergirse en la cultura local y vivir la pasión y el sentido de pertenencia de los habitantes de Ciutadella. Es un espectáculo que conecta el pasado y el presente de la isla.
Platos típicos menorquines
La cocina menorquina se distingue por la frescura de sus productos y la influencia mediterránea. Platos como la caldereta de langosta, el queso de Mahón, la ensaimada y los embutidos artesanales son imprescindibles.
La gastronomía local se disfruta tanto en restaurantes familiares como en mercados y panaderías, donde los sabores tradicionales se mantienen vivos generación tras generación.
Dos hoteles que recomendamos en Menorca
Para dormir, Hotel Can Sastre es una opción sofisticada en pleno corazón de Ciutadella. Ubicado en un edificio del siglo XVII, ofrece habitaciones elegantes con vistas al casco antiguo y desayuno incluido. Es ideal para quienes buscan una estancia con encanto, rodeados de historia y a pocos pasos de los principales atractivos de la ciudad.
Hotel Cala Bona - Mar Blava
Si prefieres alojarte junto al mar, el Hotel Cala Bona - Mar Blava destaca por su ambiente relajado, piscina al aire libre y vistas espectaculares al Mediterráneo. Sus habitaciones, algunas con balcón, permiten disfrutar de la brisa marina y la tranquilidad de la costa menorquina, en un entorno acogedor y amigable.
