Es una de las artistas más completas de nuestro país. Canta, baila, interpreta y arrolla a cualquiera que ose entrometerse en su camino con una energía folclórica incomparable. Marujita Díaz, reina de la revista española y dominadora del cuplé, la zarzuela y el charlestón, nos recibe en su casa para darnos una noticia: su película ‘La pérgola de las flores’, realizada en Argentina y aún no estrenada en España, ha merecido los honores de un primer premio en Buenos Aires, dotado con nueve millones de pesos para la productora –cifra de la que Maruja espera coger “un pellizquito”–, y será presentada personalmente por ella en el Festival Cinematográfico de Moscú.
Archivo revista Lecturas
“Es muy importante para mí, por dos razones: porque soy la primera artista española invitada oficialmente a Rusia y porque este país, junto con Japón, son mis dos mayores ilusiones en cuanto a viajes, tanto turísticos como profesionales”, nos cuenta mientras se prueba los modelitos que ilustran este reportaje.
Marujita se enamoró de Gades tras verlo bailar
La cantante nos enseña su nuevo hogar, un flamante piso en el corazón de Madrid al que se ha trasladado junto a su marido, Antonio Gades. La pareja contrajo matrimonio el año pasado en la castiza y madrileñísima capilla de San Antonio de la Florida. Ambos se conocieron en un famoso tablao madrileño, donde él actuaba y al que ella acudió como simple espectadora. “El flechazo fue inmediato. Antonio enseguida me dijo esas cosas que los hombres siempre dicen a las mujeres para conquistarlas. Y a mí, pues me conquistó”, relata Marujita.
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Marujita tiene un collar de rubíes y otro de esmeraldas
La folclórica, buena anfitriona, nos obsequia con unas copas y nos habla de sus planes de futuro junto a Antonio. ¿Ampliarán la familia? “Tanto Antonio como yo deseamos que nos lleguen hijos, un par de ellos. Entretanto, no nos falta nada para ser felices”, responde Marujita. ¿La acompañará él en su viaje a Moscú? “Depende de su trabajo; si es posible, sí, naturalmente”.
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Marujita se relame pensando en los beneficios que pueda reportarle esta expansión de su figura en tierras rusas y nos confiesa en qué le gusta gastar su dinero. “En vivir bien, pero administrándolo. Sé invertir y disfrutar al mismo tiempo. Ahora nos hemos hecho con un chalé en Torremolinos que es una maravilla, pero no todo son caprichos”, dice.
Capricho o negocio, en su tocador vemos collares de rubíes y esmeraldas. “Es frecuente que las estrellas sean caprichosas. ¿No lo es acaso Marujita Díaz?”, le preguntamos. Y ella, con un amenazante dedo índice meneándose en el aire, responde cortante: “Solo cuando me joroban".