La princesa Leonor y la infanta Sofía crecen cada vez que las vemos, lo que significa que las vemos poco, ya que en cada una de tres apariciones públicas: Semana Santa, verano y 12 de octubre, como es lógico las vemos más alta que en la anterior. De momento, los Reyes miden con cuentagotas las veces que sus hijas acuden a actos oficiales, aunque solo la Fiesta Nacional es institucional ya que las otras dos ocasiones en las que se puede fotografiar a las niñas son durante las vacaciones: cuando acuden a la misa del domingo de Resurrección en la catedral de Palma y cuando posan en Marivent.

Leonor cumplirá 11 años el próximo 31 de octubre y su hermana, Sofía, llegará a los 10 el 30 de abril del año que viene. Se llevan año y medio y, por lo que se vio el pasado miércoles, la pequeña es ya más alta que la mayor; Leonor se parece a su padre y Sofía a su madre, tanto en lo físico como en el carácter. Lo de la diferencia de altura y la coincidencia en el peinado y la sintonía en el vestuario podemos verlo con nuestros propios ojos y lo del carácter tenemos que creerlo, porque a las niñas se las conoce muy poco ya que a penas sabemos que van al colegio Santa María de los Rosales pero nada de sus estudios. Créanme: casi todo lo que se publica acerca de sus clases y sus aficiones extraescolares es una proyección de lo que hacen otras niñas de su curso pero nadie sabe qué es figurado y qué realidad. Corre la especie de que la princesa Leonor estudia chino pero no está confirmado e incluso podría desmentirse, cuando lo verdaderamente importante sería saber si, además del castellano, aprende otros idiomas del Estado, habida cuenta de que le espera ser reina de España y pronunciar discursos en todas las comunidades autónomas. Sí se sabe que las dos se defienden muy bien en inglés pues, además de estudiarlo en el colegio, tienen una nanny inglesa y la reina Sofía les habla también en ese idioma, imprescindible para quien, en el futuro, desarrollará parte de su trabajo en contacto con personas de otros países.

Aún queda tiempo para que Leonor se dedique plenamente a sus funciones como princesa de Asturias, pero su formación no es un tema privado y convendría saber cuáles son sus intereses y aptitudes. Poco a poco se incorporará a sus funciones pero aún faltan unos años, como es lógico, aunque sí podría, por ejemplo, acudir a la entrega de los premios Princesa de Asturias.

Hace unas semanas, durante la visita de los duques de Cambridge a Canadá, a donde viajaron acompañados por sus hijos Jorge y Carlota, una señora se dirigió al príncipe Guillermo para decirle que había querido mucho a su madre, la fallecida princesa Diana, y que a él lo había seguido desde que era un niño y lo sentía como algo propio. Las voces que piden a los Reyes que permitan que la princesa Leonor y la infanta Sofía se dejen ver más a menudo, no lo hacen para alejar a las niñas de su vida cotidiana sino para acercarlas a la ciudadanía, para aceptarlas y para quererlas.