Antes de operarme, voy a hacer testamento

Le pido a la señora que trabaja en casa que me dé bolsas por si las moscas y me dice que nos hemos quedado sin ellas. Me arriesgo a salir sin las bolsas porque conozco las costumbres de mis perros y no suelen hacer caca a esas horas. Me pongo los cascos y selecciono ‘Luna de miel’ de Gloria Lasso. Una joya. La versión de Paloma San Basilio es bestial pero como hoy me siento un poco ‘vintage’ opto por Lasso.

Paseo tranquilo con Lima y Bart y empiezo a prepararme mentalmente una entrevista que tengo el lunes. Considero que son una parte importante de mi trabajo y, cuando accedo a conceder alguna, las pienso mucho antes, por respeto a mi profesión y a la persona que me la hace. 

Llevo tantas hechas que enseguida detecto si la persona que tengo enfrente se la ha preparado o no. Si lo ha hecho, me entrego. Si no, pongo el piloto automático y tiro de oficio. Y entonces salimos perdiendo los dos.

Se me quedó grabada una reflexión del filósofo Salvador Pániker que decía que, cuando dabas una entrevista, el resultado final dependía más del entrevistador que del entrevistado. Si el que te la hace es imbécil quedas como un imbécil, decía Pániker. Y si es bueno, tú quedas mejor, añado yo.

El caso es que repasando mi estado actual consideraba, mientras escuchaba a Gloria Lasso, que me encontraba en un momento particularmente feliz, muy estable. Profesionalmente, estoy disfrutando mucho y, personalmente, muy contento. Cuando veo a mis mejores amigos que se han convertido en padres, respiro hondo y pienso que de buena me he librado: noches sin dormir, preocupaciones por su salud, por su adolescencia, por sus estudios.

Jorge Javier Vázquez sufrió un ictus el pasado mes de marzo y fue operado de urgencia. Hace unos días, los médicos le comunicaron que debe volver a pasar por el quirófano. "Antes de operarme, voy a hacer testamento", revela el presentador en su blog de Lecturas. 

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