Niega que sea la hija perfecta de la casa, “¡no digas eso! ¡pero si no me conocéis!”, te reprende tímida. Pero lo cierto es que si a Tamara Falcó se le ha colgado el sambenito de ser la niña pija consumista pero religiosa de la familia –recordemos su glorioso “El Papa es la pera”- su hermana Ana Boyer es el cerebrito de los Preysler.

De hecho, acaba de graduarse en ICADE en Administración y Gestión de empresas y “sí, me gustan mucho los números”, confiesa. Pero también le gusta divertirse. Es más, ha vuelto morenísima de su viaje de Fin de Carrera. A Filipinas, su tierra materna que, sin embargo, sólo había pisado una vez cuando aún era muy pequeña. Con un minivestido de Pinko en mantequilla y tachuelas doradas, dejaba ver anoche cómo el sol del Extremo Oriente ha bronceado sus espléndidas piernas, el reclamo de la fiesta veraniega de Braun Silk epil en la que ejercía de madrina. “Es que por fin ha llegado el verano y, con este calor, siempre apetece más ponerse vestiditos y pantalones cortos que otra cosa”.

Y como por fin has terminado las clases, ¿qué te apetece hacer estas vacaciones?

- Mucha playa. Estoy todavía pensando en viajes y no tengo nada concreto. Probablemente vaya unos días al Sur de España. Luego mi hermano tiene un par de conciertos y siempre lo sigo. Pero todavía no estoy segura de qué voy a hacer.

Pero ya estás súperbronceada.  ¿Por el viaje de fin de carrera?

- Exacto. Me he ido con mis compañeros y he estado en Filipinas.

¡Qué viajazo! ¿Y has visto a tu familia?

- La verdad es que sí. Ha sido genial. Pero en realidad, (risas), a la familia la he visto poco y muy rápidamente. A mi abuela un poco y a mi tía, también. Es que, como no hemos estado en Manila, sino más bien en los alrededores, no ha había posibilidad de verla más tampoco.

Pero no te excuses conmigo.

- Noooo (risas). Es que ya sabes cómo son esos viajes. No paras en ningún momento, la agenda es súper apretada por la cantidad de cosas que quieres ver. Y jo, me ha encantado Filipinas.

¿Ha sido un descubrimiento?

- Totalmente. Había ido una vez sólo y de pequeña. No lo conocía mucho y claro, estaba muy ilusionada.

¿Qué es los que más te ha chiflado?

- Muchísimo: las playas. Son increíbles. Pero también el norte. Hemos hecho 'trekking' para ver los arrozales y la montaña y es un país impresionante.

¿Propusiste tú el viaje?

- Qué va. Mis compañeros estaban barajando sitios y viajes, a ver dónde nos apetecía más ir y, de repente, alguien dijo Filipinas y, claro, yo lo apoyé muchísimo.

Y ya estás licenciada.

- Sí. Mi madre, mi padre, mi hermana… todos están muy orgulloso. Y yo. Que tenía muchas ganas. Después de seis años, quería acabar ya.

Y ahora ¿qué?

- Lo primero, unas vacaciones que me apetece tener unos días relajada y, luego, buscar trabajo. Del área de empresariales, en consultorías me gustaría.

Tal y como está la situación laboral, ¿no te da un poco de miedo meterte en la vorágine?

- Claro. Ahora todo es muy difícil… Pero me he estado preparando mucho y confío en que siga habiendo oportunidades. Si se buscan, si se intenta y si se es trabajador, algo saldrá, ¿no?

¿Confías también en que tus apellidos te abran alguna puerta?

- No lo sé. Supongo que habrá veces en que mis apellidos me ayuden y, otras, en que me perjudiquen.

¿Qué consejo te ha dado tu padre?

Que lo importante es que busque un trabajo en donde me forme, en donde aprenda. Que lo importante es la formación.

Eres la niña perfecta de la casa.

- (risas) No, hombre no! ¡No digas eso! Pero si no me conocéis.

¿La que parece con la cabeza más centrada, entonces?

- La más centrada a lo mejor sí (risas). Como todos me asociáis con los estudios porque mis hermanas no han hecho ninguna carrera en la Universidad, en ese sentido, quizás sí. Ya me he dado cuenta de que tenéis que hablar de mí como la que está liada con los libros. Pero soy como cualquier otra chica.

Pero no como tus hermanos.

- Vale, quizás estoy más liada con los libros que mis hermanos (risas).

Y porque siempre has sido una niña muy tranquila.

- Tienes razón que tampoco les he dado a mis padres muchos disgustos. Han estado bastante tranquilos y contentos conmigo porque, en realidad… Creo que no les he dado casi ninguno.

Aunque hace muy poco te pusieron una multa.

- (risas) ¿A quién no se le ha pasado la hora de un parkímetro por diez minutos? Encima, con la mala suerte de que me pillaron y, además, me hicieron fotos. Y mi madre, con los antecedentes de mi hermana Tamara (risas), ya estaba: Ana, ¿qué paso? ¿Que aparcaste mal el coche? Y no. Sólo eso, que me pasé diez minutos, metí dos euros y creo, de momento, que me han quitado la multa. Una tontería.


 

Además de Ana Boyer, a la fiesta de verano acudieron numerosos rostros conocidos.

Puedes verlos AQUÍ, en esta fotogalería.