Tras el anuncio de Mariano Rajoy esta mañana, el rey ha hablado este mediodía para explicar los motivos que le han llevado a tomar la decisión de abdicar.

Don Juan Carlos se ha dirigido a todos los españoles y, en un mensaje emitido por radio y televisión, ha anunciado que su hijo, el príncipe Felipe, "se encuentra en inmejorables concidiciones de asegurar esa estabilidad". En el discurso ha agradecido a la reina Sofía su "colaboración y generoso apoyo" durante las casi cuatro décadas de su reinado.

Un mensaje institucional en el que hemos podido ver al monarca sentado en su despacho ante una fotografía en la que está sentado junto a su hijo y su nieta, la infanta Leonor, que en unos días pasará a ser princesa de Asturias y la primera en la linea sucesoria, y otra junto a su padre, Juan de Borbón. El futuro y el pasado de la monarquía española.

Sus palabras

"Me acerco a todos vosotros esta mañana a través de este mensaje para transmitiros con singular emoción una importante decisión y las razones me mueven a tomarla. En mi proclamación como rey, hace cerca de cuatro décadas, asumí el firme compromiso de servir a los intereses generales de España con el afán de que llegaran a ser los ciudadanos los protagonistas de su propio destino y nuestra nación, una democracia moderna, plenamente integrada en Europa. Me propuse encabezar entonces la ilusionante tarea nacional que permitió a los ciudadanos elegir a su legítimo representante y llevar a cabo esa gran y positiva transformación de España que tanto necesitabamos. Hoy, cuando vuelvo atrás la mirada, no puedo sino sentir orgullo y gratitud hacia vosotros. Orgullo por lo mucho y bueno que entre todos hemos conseguido en estos años y gratitud por el apoyo que me habéis dado que me habéis dado para hacer de mi reinado, iniciado en plena juventud, en momento de grandes incertidumbres y dificultades, un largo periodo de paz, libertad, estabilidad y progreso. Fiel al anhelo polícido de mi padre, el conde de Barcelona, de quien heredé el legado histórico de la monarquía española, he querido ser rey de todos los españoles. Me he sentido identificado y comprometido con vuestras aspiraciones. He gozado con vuestros éxitos y he sufrido cuando el dolor o la frustración os han embargado. La larga y profunda crisis económica que padecemos ha dejado serias cicatrices en el tejido social, pero también nos está señalando un camino al futuro cargado de esperanza. Estos difíciles años nos han permitido hacer un balance autocrítico de nuestros errores y de nuestras limitaciones como sociedad. Y, como contrapeso, también han reavivado la conciencia orgullosa de lo que hemos sabido y sabemos hacer y de lo que hemos sido y somos: una gran nación. Todo ello ha despertado en nosotros un impulso de renovación, de superación, de corregir errores y abrir camino a un futuro decididamente mejor. En la forja de ese futuro, una nueva generación reclama con justa causa el papel protagonista. El mismo que correspondió, en una coyuntura crucial de nuestra historia, a la generación a la que yo pertenezco. Hoy merece pasar a la primera linea una generación más joven, con nuevas energías, decidida a emprender con determinación las transformaciones y reformas que la coyuntura actual está demandando y afrontar con renovada intensidad y dedicación los desafíos del mañana. Mi única ambición ha sido y seguirá siendo siempre contribuira lograr el bienestar y el progreso en libertad de todos los españoles. Quiero lo mejor para España, a la que he dedicado mi vida entera y a cuyo servicio he puesto todas mis capacidades, mi ilusión y mi trabajo. Mi hijo Felipe, heredero de la Corona, encarna la estabilidad, que es seña de identidad de la institución monárquica".

"He decidido poner fin a mi reinado y abdicar la Corona de España"

"Cuando el pasado enero cumplí 76, consideré llegado el momento de preparar, en unos meses, el relevo, para dejar paso a quien se encuentra en inmejorables concidiciones de asegurar esa estabilidad. El Príncipe de Asturias tiene la madurez, la preparación y el sentido de la responsabilidad necesarios para asumir con plenas garantías la jefatura del Estado y abrir una nueva etapa de esperanza en la que se combinen la experiencia adquirida y el impulso de una nueva generación. Para ello contará, estoy seguro, con el apoyo que siempre tendrá de la princesa Letizia. Por todo ello, guiado por el convencimiento de prestar el mejor servicio a los españoles, y una vez recuperado tanto físicamente como en mi actividad institucional, he decidido poner fin a mi reinado y abdicar la Corona de España, de manera que por Gobierno y las Cortes Generales se provea a la efectividad de la sucesión conforme a las previsiones constitucionales. Así acabo de comunicárselo oficialmente esta mañana al presidente del Gobierno. Deseo expresar mi gratitud al pueblo español, a todas las personas que han encarnado los poderes y las instituciones del estado durante mi reinado y a cuantos me han ayudado con generosidad y lealtad a cumplir mis funciones. Y mi gratitud a la reina, cuya colaboración y generoso apoyo no me han faltado".

"Guardo y guardaré siempre a España en lo más hondo de mi corazón", ha concluído don Juan Carlos.