Tamara Gorro, el alma de la fiesta en la boda de sus tíos

"Amo ver cómo el amor surge entre dos personas que sus vidas eran muy diferentes y el destino hizo que se juntaran para que su final sea perfecto. Mis tíos Sara y Jose. OS AMO", les ha dedicado en las redes sociales.

Tamara Gorro estaba preciosa con un original vestido burdeos de corte columna, con un solo tirante y volantes laterales. Y remataba con un espectacular y favorecedor maquillaje 'vamp' y un bonito tocado.

Por su espectacular aspecto, cualquiera diría que Tamara Gorro había estado casi sin dormir intentando calmar a la novia. Pero así, lo explicaba la presentadora durante el proceso de preparación para ir a la boda de sus tíos Sara y José: "tres capas pintura" iba a necesitar para disimular el cansancio. 

Tamara, Ezequiel y la pequeña Shaila pasaron un domingo maravilloso rodeados de su familia y amigos. 

A Tamara le hacía especial ilusión esta boda. Desde que ha vuelto de sus vacaciones en Ibiza, no se ha separado de sus tíos y ha ido narrando los preparativos.

"Juntas en todo y siempre. Te amo", le decía a su gran amiga María, quien estuvo a su lado en el viaje más trascendental de su vida a Los Ángeles.

Tamara nos presentaba a su abuelo, por el que ha dejado claro que tien especial debilidad. Con el se arrancaba a cantar durante la fiesta a voz en grito y le ha grabado uniéndose a grupo que estaba cogiendo en volandas a la novia.

La blogger se convertía en la auténtica alma de la celebración y no ha parado de repartir besos y abrazos, como a la madre del novio, pero sin quitarle el protagonismo a los recién casados.

No cabe duda de que sus muestras de cariño son el fiel reflejo del momento tan dulce y feliz que está viviendo desde que supo que estaba embarazada de su segundo hijo. 

Tamara Gorro no ha parado de repartir cariño, pero por su naturalidad y buen carácter también es la debilidad de su familia.

Ezequiel y el abuelo de Tamara se unían al grupo que cogieron el volandas a la novia.

Tamara no paró de regalarle besos y dedicarle piropos a su marido y cómplice de sus ideas, el futbolista Ezequiel Garay. La pareja está tanto o más enamorada como el primer día.

Después de tantos días sin su hija Shaila, Tamara y Ezequiel están estos días compensando todos los achuchones que no le han podido dar durante su estancia en Ibiza. Y que mejor que hacerlo en una boda tan bonita como la de sus tíos.