Rocío Carrasco aclara la polémica de las 'eses' de Pedro Carrasco con el coche tras su última conversación

Rocío Carrasco ha desvelado que Fidel Albiac fue la persona que propició la reconciliación con Pedro Carrasco a pocos días de su fallecimiento a pesar de los feo que el exboxeador le había hecho al abogado, y motivo por el cual padre e hija se distanciaron durante un período de tiempo prolongado. 

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"Tuvimos una conversación muy larga, en presencia de su mujer (Raquel Mosquera). Mi padre pidió perdón a Fidel, me dijo que me quería, que él tenía miedo y tenía recelo a que Fidel pudiese ser del perfil del padre impío", unas palabras que han generado reacciones de todo tipo.

Durante la entrevista conducida por Jorge Javier Vázquez y Carlota Corredera, la madre de Rocío Flores se ha explayado sobre su padre y ha vuelto a desmentir la versión que Raquel Mosquera ha dado durante años. La mujer de Fidel Albiac ha negado por activa y por pasiva que dijese que su padre se fuese haciendo 'eses' y dando 'volantazos' con el coche por culpa de esa conversación.

"Mi padre jamás hubiese permitido a Raquel Mosquera hablar en platós como lo ha hecho. No hubiera sucedido nunca, de esa forma, no. Hubiesen seguido como ellos estaban, haciendo entrevistas ellos. No lo permitiría, jamás. Si mi madre viviese estaría sentada aquí a mi lado y mi padre, al otro". 

"Simplemente dije que a eso que ella estaba diciendo, no era verdad. Lo sabe ella y lo sé yo y con eso me vale. Ella sabe que no es así. Yo no soy la que dice lo de las 'eses', yo contesto a eso", ha exclamado segura de su postura y volviendo a confirmar que no discutieron y que su padre "se fue haciendo eses por otras circunstancias que Raquel Mosquera sabe muy bien".

Además, ha confesado lo que haría si lo tuviese delante en este preciso momento: "Si yo tuviese a mi padre delante querría decirle tantas cosas que no podría quedarme con una. Me gustaría tocarle, me gustaría besarle, no me gustaría decirle nada, no me haría falta decirle nada a mi padre. Me llamaba 'Rorra' y eso siempre me gustaba. Cuando yo me casé, mi padrino era mi tío Antonio. Mi tío me llevaba de la mano cogida y el tacto de su mano era exactamente igual a la piel de mi padre, era como si estuviera tocando su mano".