Cuando Victoria Martín Serrano cuenta que se fue de Huelva a Sevilla a dar a luz y que nadie de su familia sabía qué había en el fruto de su vientre, lo cuenta con lágrimas en los ojos. De aquel trayecto, a escondidas, en autobús han pasado ya más de 50 años, pero las emociones siguen siendo las mismas. En aquella joven ovetense, el miedo, la vergüenza y el amor irracional se daban la mano y confundían su cabeza. Una mezcla de sentimientos que ha tardado años en desentrañar y que ha alcanzado hasta a sus propias hijas.
“Ser la otra es algo absolutamente traumático”, nos cuenta Lara Ferreiro, psicóloga. “Es muy doloroso y entras en un proceso parecido al de un duelo”. nos cuenta esta experta en detectar relaciones tóxicas y para ella esta lo es sin duda.
Cuando Victoria se enamora de José Luis Martín Berrocal, lo hace sin conocer que ese hombre destinado a Huelva está casado y posee una familia a cientos de kilómetros. Su padre le había alejado de Madrid, con el objetivo de que se centrara, pero lo único que consiguió es que este conociera a la mujer de su vida y junto a la que tendría dos hijas.
Una relación tóxica a la que no pudo decir que no
“Victoria se enganchó a esta relación tóxica como si fuera una droga. Pero ella tomó sus decisiones y anunció que quería vivir a su manera; y su entorno lo tuvo que respetar. Obviamente, esto luego también ha tenido un impacto para Vicky Martín Berrocal con los hombres, pero su madre lo tenía muy claro. Ella tenía que estar con ese hombre que poseía algo muy especial”, nos cuenta.
Decisiones tomadas hace más de medio siglo, pero que tienen reflejo y consecuencia en la actualidad. Somos responsables de nuestras decisiones, pero, a veces, con ellas, desconocemos el impacto que estas pueden tener en las vidas del resto.
@victoria.martinserrano
Pero para llegar a tomar una decisión semejante, que resuena hasta décadas después, tenemos que conocer las capas emocionales en las que se movió Victoria, siendo apenas una jovencita que no había salido de su casa y trabajaba en unos grandes almacenes. La autora de ‘Ni un capullo más: el método definitivo para quererte y encontrar a tu pareja perfecta’ nos cuenta que muchas de estas relaciones pasan por etapas de idealización y negación. “La mujer acostumbra a idealizar esa relación creyendo que él, eventualmente, dejará a su familia. De hecho, hay una frase de la madre que dice ‘en este carro vamos dos familias’, la que quiera que se baje, pero yo no me bajo’”.
Y, aunque la persona que ha tomado la decisión parece convencida de ella, también lidia con la culpa y la vergüenza; a modo de lucha interna entre lo que una siente y lo que se considera moralmente correcto.
Ser la otra: la invisibilidad que acaba acarreando problemas de autoestima
Ser ‘la otra’ o ‘el otro’, también trae aparejado “sentimientos de invisibilidad, de no formar parte de la vida del otro. Lo que puede generar una sensación de no ser reconocida o validada. Cuando estás con una persona casada o que tiene ya otra familia, fuera del vínculo oficial eres la escondida, la paralela y eso te puede hacer sentir que vives en la sombra, en la clandestinidad, que no puedes ocupar espacios como celebraciones, los que tiene que ver con el futuro de la familia y, al final, sienten que no les pertenecen”.
Esto merma la autoestima de cualquiera, en un proceso de “duelo eterno” puesto que además, tal y como la propia Victoria ha reconocido, José Luis fue infiel de manera crónica, “ella estaba muy enamorada, pero tenía mucha dependencia y adicción emocional; y, ante los cuernos uno puede pensar ‘¿qué me falta a mí para que no esté solo conmigo?’ Lo que puede ser muy traumático”.
Estigmatización social, sacrificio, dolor, soledad… procesos durísimos por los que, a pesar de todo, Victoria Martín Serrano volvería a pasar si la recompensa fuera estar con el hombre de su vida. Quizás, lo más doloroso de todo es la herencia intergeneracional con la que, sin pretenderlo, ha impregnado la vida de sus dos hijas. Aunque, al menos su nieta Alba parece haber aprendido la lección: una siempre debe anteponerse y priorizarse. Ella lo tiene claro.