Tenía solo 53 años y su muerte fue un mazazo para el mundo de la música y para toda su legión de seguidores, entre ellos su propia oncóloga, fan de Pau Donés desde que era una adolescente quinceañera. Cinco años antes, a Pau le habían diagnosticado cáncer de colon y desde ese día aprendió a convivir con la enfermedad y a aceptar que la muerte le acecharía en cualquier momento. Lejos de derrumbarse, Pau Donés quiso exprimir la vida hasta el último suspiro.
En Eso que tú me das, el documental más visto en los cines de España en los últimos 10 años y que hace unos días fue emitido en La Sexta, Pau da toda una lección de vida. “Quería hablar con alguien. Tengo cáncer, me estoy muriendo, me quedan unos días, no sé cuántos, una semana, un mes... No sé. Después de haber hecho tantas y tantas entrevistas, quiero que quede un testimonio real de lo que soy”, dijo Pau.
Con una sonda en la nariz, a Pau no le importó mostrar su deterioro físico: “Estoy enfermo de cáncer, tengo este tubo que me ayuda a alimentarme, a hidratarme. Hoy hablaba con uno de mis médicos y me decía: ‘Pero, Pau, que te vean así...’. ¿Y qué pasa? En las redes he puesto fotos poniéndome la quimio mil veces y no pasa nada. Es mejor que se vaya normalizando”.
Su vida con la enfermedad
Pau habló de la vida y de la necesidad de ser feliz, y para él la felicidad era disfrutar de su día a día, de la naturaleza y de su familia: “Soy feliz de estar aquí, pero a la vez es una felicidad cabrona, porque pienso: ‘Y si en vez de irme el mes que viene me fuera el año que viene...’. Me hubiera gustado vivir hasta los 70. Pero no pasa nada, lo que dure, dure. Pero sí, me gustaría vivir un poco más”.
GTRES
En la casa de la Val d’Aran vivían con él sus cuatro hermanos, con sus parejas y sus hijos. También su ex y su hija, que ahora tiene 17 años. “Mi hija dejó de hablarme porque pensaba que al abandonar a su madre también la abandonaba a ella. Pero eso no lo haría yo nunca. Adoro a mi hija... Me ha enseñado a decir ‘te quiero’ con el corazón y mirándote a los ojos. Yo antes no sabía hacerlo y ahora sí”.
Positivo hasta el final, quiso dejar un mensaje para los enfermos de cáncer: “Diviértete y móntate la vida para disfrutar lo que te quede, para estar a gusto, lo más feliz que puedas. No tengas miedo y no te preocupes”. Pau Donés murió dos semanas después de grabar la entrevista.
La última entrevista para Lecturas
“Si veis que camino como un pato, es por eso”, dijo el cantante en la última entrevista que hizo para Lecturas. Participaba en un acto en Barcelona sobre la prevención del cáncer de colon, organizado por la Asociación Española Contra el Cáncer. En 2015 Pau fue operado de esta enfermedad y en febrero de 2017 de un tumor en el abdomen.
¿Cómo te encuentras, Pau?
Muy bien, y eso que me acaban de operar de una hernia.
¿De qué hablas en esta conferencia, qué explicarás?
Tiene que ver con la prevención del cáncer de colon. Explicaré mi experiencia y sobre todo quiero insistir en el tema de la prevención, que es algo que yo no hice. Un día fui a hacerme una revisión porque me dolía el pecho y resulta que tenía un tumor en el colon. Con 50 años. El tumor era grande, y me dolía porque me tocaba el esófago. Es curioso porque me hice los análisis y me preguntaron: “¿Cuál es tu médico de cabecera?”. Y yo no sabía ni si tenía.
No eras mucho de ir al médico…
Qué va, no iba nunca. Cagada. Hasta que no tenemos el marrón encima no nos damos cuenta de lo importante que es prevenir.
¿Ahora haces revisiones?
Hago revisiones y quimio.
¿Cuánto tiempo tienes que seguir con la quimio?
De por vida.
¿Cómo compaginas las giras con el tratamiento?
Voy y vuelvo. Lo organizamos.
Eres un ejemplo de que se pueden hacer cosas a pesar de la enfermedad, en la medida en que uno pueda.
Bueno. Eso tiene que ver con la consideración que le quieras dar a la enfermedad. No estamos acostumbrados a tener enfermedades crónicas. Y cuando pasa, tiene que ser una parte de tu vida, algo con lo que tienes que convivir y que pierda importancia. En mi caso es mínima. Nunca pienso en el cáncer. Hago mi quimio, me cuido mucho pero no pienso en ello ni me limita. Nunca digo: “Hoy no iré a la montaña porque creo que no me encuentro bien”. Hay que vivir el presente y vivir como un enfermo crónico. Con el cáncer se puede vivir a no ser que esté en un estado muy avanzado.
La gente se sorprendió mucho cuando dijiste: “Después de la muerte de mi madre, el cáncer es como un resfriado mal curado”.
Es que es así. La muerte de una madre es brutal. Y el cáncer al lado de esto tiene poco a hacer como tragedia.
¿Has recurrido a ayuda psicológica en estos años?
Soy disléxico e hiperactivo. Así que desde niño me han llevado a psicólogos. No me ayudaron mucho. Lo que sí me ayudó fue la muerte de mi madre, con 16 años. Con algo así se te quitan los miedos. Yo era el rey del mambo entonces, pero pierdes la madre y te toca hacer de madre de un día para otro... Eso me ha dado mucha seguridad y me ha ayudado a tirar adelante.