Mila Ximénez concede su última entrevista, la más desgarradora, horas antes de encerrarse en ‘GH VIP7’. Más valiente que nunca, relata el infierno de autodestrucción en el que arde las últimas semanas. Tan hundida está, que ha decidido ponerse un balón gástrico con el que adelgazará 15 kilos, esperando que el concurso sirva de catarsis y le haga salir de la depresión por la que atraviesa. Solo sonríe abiertamente al recordar su histórica reconciliación con Isabel Pantoja. Define el momento como “mágico” y sobre el eterno abrazo que protagonizaron confiesa: “ No nos podíamos despegar”.

Estamos a pocas horas de que entres en ‘GH VIP7’.

Tengo poco que perder ya. Kiko Hernández es maravilloso, ha sido mi coach, me ha quitado dramatismo. Tengo trabajo y no entro con angustia, no tengo deudas. Soy una afortunada.

¿Te costó tomar la decisión?

Me costó menos tomar la decisión que arrepentirme de haberla tomado. Cuando ya firmé estuve muy mal, una semana encerrada en casa llorando. ¿Por qué hago esto?

Ha debido ser muy duro.

He estado mucho más hundida de lo que lo que os pensabais. He estado a punto de anular esta entrevista. Deprimida, encerrada, comiendo y bebiendo como una loca. Me decía que no sabía controlar mi vida. Iba de la cama al frigorífico y del frigorífico a la cama.