La crisis entre María Teresa Campos y Bigote Arrocet parece ya una realidad absoluta. Después de que María Teresa supiese de la existencia de las fotografías en las que su novio compartía paseos con una compañera de profesión, y tras la publicación de las mismas por parte de LECTURAS, su relación es de lo más tirante. Hasta el punto que ya pasan las noches separados.
Poner espacio tanto emocional como físico suele ser la solución para muchas parejas en crisis. En este paréntesis se pueden replantear su amor, la confianza depositada en el otro y cómo desean que evolucione su relación a partir de ahora. A buen seguro es lo que habrá estado haciendo María Teresa en su casa de Málaga, mientras Edmundo ocupa una habitación en el hotel al que acudieron como imagen de un evento. Tal y como apunta Vanitatis, los novios, que cumplieron su segundo aniversario juntos hace unos meses, parecen estar más distanciados que nunca. La tensión es evidente.
Tras la fiesta a la que ambos acudieron en compañía de las hijas de María Teresa, Terelu y Carmen, cada uno se marchó por su sitio. Es decir, la presentadora a su hogar y el otro en una habitación del hotel en el que se había llevado a cabo el ágape. Hasta ahora, Bigote, cada vez que viajaba a la tierra de su pareja, se hospedaba en su casa, pero esta semana con la publicación de su amistad con Gema Serrano el panorama es muy diferente.
De momento, el clan Campos tiene planeado quedarse algunos días más en la ciudad andaluza. En estos momentos se encuentran inmersos en el rodaje de la segunda parte del reality que ha hecho que sean TT. Habrá que ver cómo se plantea esta situación a nivel rodaje. Si en la primera temporada Edmundo era un genio a quien se le ocurría pintar árboles de colores y diseñar camisetas, a ver qué papel le reservan en estos nuevos capítulos, ¿quizás el de extra?