19 de diciembre de 2020, 16:54
María José Campanario, afectada por la crisis: en un ERTE desde hace meses
En marzo, la clínica dental en la que trabaja tuvo que presentar un expediente de regulación de empleo temporal por la pandemia
La pandemia causada por el coronavirus está afectando a todo el mundo y María José Campanario no ha resultado ajena a ello. María José Campanario, como otros muchísimos trabajadores, se ha visto obligada a dejar de acudir a su puesto de trabajo desde que el pasado 15 de marzo se decretara en España el estado de alarma, según informa Look.
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Trabaja en Lloret de Mar
María José Campanario trabaja, desde la primavera del año pasado, en una clínica dental de Lloret de Mar (Girona), tal y como informó en exclusiva Lecturas. Pese a que este trabajo la obligaba a viajar todas las semanas de Andalucía a Catalunya, para María José Campanario fue una magnífica válvula de escape. En Lloret de Mar llevaba una vida anónima, hizo nuevos amigos y se la considera una muy buena profesional. Además, el haber podido volver a trabajar hizo que la enfermedad que padece desde hace 14 años, la fibromialgia, le diera una tregua.
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La pandemia lo ha trastocado todo
La pandemia, sin embargo, truncó por completo esta nueva vida de María José Campanario. Las restricciones sanitarias obligaron a la clínica dental a cerrar temporalmente sus instalaciones a la espera de que mejorase la situación.
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En situación de ERTE
Pero tras el confinamiento y, sobre todo, ante la bajada de las consultas y los pacientes, el centro se vio forzado a tramitar un expediente de regulación de empleo temporal (ERTE), que incluía a la mujer de Jesulín de Ubrique.
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En el entierro de Humberto Janeiro
La situación laboral de María José Campanario es ahora similar a la de otros muchos trabajadores españoles: durante los seis primeros meses ha estado cobrando el 70% de la base de cotización y, a partir del séptimo, el 50%. En su caso, y por tener hijos, su prestación asciende a poco más de 600 euros al mes. La última vez que la vimos fue en el entierro de su suegro, Humberto Janeiro, este pasado verano.
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Se alquila Ambiciones
Mientras tanto, la familia Janeiro-Campanario tiene los ojos puestos en el nuevo negocio familiar: el alquiler de Ambiciones para la celebración de eventos. De nuevo, las restricciones sanitarias impiden que el negocio levante el vuelo, ya que las reuniones masivas están claramente restringidas en Andalucía: para eventos al aire libre, se permite la presencia de 150 personas como máximo, pero si es en interior, el cupo llega a las 100 personas. Además, está prohibida la barra libre y los eventos deben finalizar, como muy tarde, a la 1 de la madrugada.
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