18 de febrero de 2016, 15:31
La increíble evolución de Manuela Vellés
De ingenua florecilla a ardiente tentadora
1 / 16
En 2010, en el Festival de Málaga cuando era una tierna florecilla campestre
Este vestido acentuaba el lado dulce e inocente que la actriz pretendía llevar en sus inicios. Algo juvenil pero para nada favorecedor para acudir a uno de los festivales de Málaga. Por si os lo estabais preguntado, no, no era la primera vez que lo visitaba
2 / 16
Tipo saco
Esta silueta hacía flaco favor a su cuerpo. ¿Dónde está su bonita cintura? ¿Y sus caderas? Los sacos mejor solo para Papá Noel
3 / 16
Ninfa griega
Este no está mal. Poco a poco iba ganando seguridad, pero no acertaba con el color de la pieza. Al ser ella tan blanca y con un modelo de gasa claro la hacía parecer un fantasma. Si hubiera llevado un maquillaje más cañero y dark la cosa hubiera cambiado de manera radical
4 / 16
Una de sus primeras alfombras rojas en 2007
Tras rodar con Medem se convirtió en la chica de moda. Lástima que sus opciones estilísticas no estuvieran a la altura
5 / 16
2009 y la oda al palabra de honor
Todas hemos tenido desencuentros con él, y esta es la vez que Manuela lo tuvo. Además, el rizado de la parte superior del vestido le hace ganar volumen.
6 / 16
En un arranque de originalidad setentera
¿Sabéis qué? Pues que no era mala idea, pero está mal ejecutado. El vestido tiene su gracia, pero en ella quedaba demasiado ñoño, en lugar de tener el flow de los 70
7 / 16
Ay...
Ni el color, ni la silueta, ni el tejido, ni nada. De los complementos mejor ni hablamos
8 / 16
Niña buena 'deluxe'
Hubo un tiempo en el que famosa que se ponía un vestido con bolsillos, famosa que posaba con las manos metidas en ellos. Es una postura complicada, porque puedes acabar como Manuela que parece que se va a poner a cantar en cualquier momento: "pichi, es el chulo que castiga".
9 / 16
En los Goya 2010 la discreción era lo suyo
Era como si quisiera pasar inadvertida. Que no se la viera. Y lo conseguía, porque con modelos así todas las miradas la pasaban por alto
10 / 16
¡Y se obró el cambio!
Era 2013 y estaba en la ceremonia de inauguración del festival de San Sebastián. Lo apostaba todo al blanco nuclear, acertaba con el corte y con el maquillaje. ¡Una nueva Manuela, mucho más glamurosa había nacido!
11 / 16
Romanticismo para ir a los Goya
Entendió que los vestidos pesados no le sentaban nada bien y que las siluetas ajustadas, eran mejores para su cuerpo. Empezó a jugar con diferentes texturas y eso nos enloqueció
12 / 16
Y, poco a poco, se fue radicalizando
Vestidos con grandes escotes, en tejidos complicados como el terciopelo y estampados solo aptos para las que ya se desenvuelven con soltura en las alfombras rojas
13 / 16
Reinó en Málaga
Con vestidos que incorporaban todo: aberturas, escotes, troquelados... y que funcionaban a la perfección en ella, nueva imagen de la modernidad
14 / 16
Chica dorada
Las lentejuelas te pueden hacer parecer la más choni de las chonis o una perfecta estatua dorada. Efectivamente, Vellés tiene la habilidad de hacer que parezca oro
15 / 16
Más feroz que nunca
Tras su ruptura con Miguel Ángel Muñoz la vimos en los Premios Feroz 2016 convertida en una verdadera 'femme fatale'. No teme a nada y se atreve con todo. Y lo mejor es que este rollo ardiente tentadora es perfecto para ella. ¿Quién se lo iba a decir a la tímida florecilla de sus inicios?
16 / 16
La confirmación de que la chica guerrera ha llegado para quedarse
Pantalones, bustier y americana. Masculinidad y feminidad combinadas a la perfección para dar lugar un look irresistible que no podrían permitirse muchas de sus compañeras de profesión. Pero Manuela es Manuela
¿Recordáis aquella escena de ‘Moulin Rouge’ en la que Satine (Nicole Kidman) pregunta a Zidler (Jim Broadbent) qué mujer desea que sea esa noche, la ingenua, la flor mustia o la ardiente tentadora? Pues esas tres féminas tienen cabida en el armario de Manuela Vellés, cuya evolución estilística hubiera dado para varios volúmenes enciclopédicos.
La actriz, desde que comenzó su carrera profesional con ‘Caótica Ana’ allá por 2006, ha pasado por todas las etapas posibles, y podemos afirmar, sin lugar a dudas, que en la que se encuentra ahora es la mejor de todas. La vemos madura, con elecciones arriesgadas y propuestas interesantes, y siempre, siempre, guapa y favorecida. Para que luego digan que cumplir años es un horror. A ella esta década de tropiezos en la alfombra roja ahora le están garantizando momentazos de oro. Y si hay que pasar por todos los deslices de vestimenta posibles para convertirse en la mujer que es hoy, pues una los da, y los toma como pura enseñanza.
Pero como no es lo mismo que os lo contemos que verlo, os recomendamos que no perdáis un segundo más y os tiréis a devorar la galería con la evolución del estilo de Manuela Vellés. Y decidnos si no está mejor ahora que hace una década.
Si quieres actualizar tus preferencias de consentimiento haz click en el siguiente enlace