Era muy pequeño cuando murió su padre. Kiko Rivera lleva recordando mucho a su familia durante las últimas semanas. No solo la presencia de su madre, sino también a su hermana, su prima Anabel o, claro, la figura de su padre. El DJ ha querido narrar, en primera persona, un extraño suceso que sufrió justo el mismo día en que falleció Paquirri. Una confesión que ha dejado alucinado a todo el mundo...
La vida de Kiko Rivera ha dado un giro radical en los últimos tiempos. El hijo de Isabel Pantoja no solo ha reinventado su físico tras haber pasado por quirófano para acabar con su sobrepeso. También lo ha hecho a nivel personal y anímico. El DJ confesaba que ha estado luchando contra las adicciones y había podido salir victorioso. Una lucha que ha llevado a cabo con su mujer, Irene Rosales.
Mucho más sereno y tranquilo que en otras ocasiones, Kiko ha querido abrirse en canal en relación a su familia. No solo ha hablado de cómo se lleva con su hermana Isa Pantoja, sino también ha dejado claro el amor y admiración que siente por su madre. La tonadillera está a tope con su hijo y no se pierde ni un segundo.
Lo que nunca antes había contado es un extraño suceso que ocurrió hace ya más de 25 años. Kiko ha asegurado que, el mismo día de la muerte de su padre, le cambió el color de ojos. Sí, tal como suena. El entonces niño tenía los ojos azules y la noche que murió su padre se levantó con los ojos marrones. Así, de repente, en cuestión de horas.