Julián Contreras y su padre han tocado fondo. Sus problemas económicos les han arrastrado a una situación desesperada. Tal como informaba Semana, este viernes 21 de septiembre, un juez ordenaba que se ejecutara una orden de desahucio sobre el piso en el que viven. Nuevamente, padre e hijo llevaban tiempo sin poder hacer frente a las mensualidades de la vivienda y el proceso se ha puesto en marcha debido a estos impagos.

A las pocas horas de hacerse pública la situación adversa en la que se encuentra sumido, el hijo de Carmina Ordóñez aparecía en público, en su visita a unas oficinas de un parque empresarial cercano a Madrid. El 'coach' pedía paciencia y respeto a los medios, debido a la información sensible que se manejaba, pero declaraba estar "bien" e informaba que su salida de la vivienda todavía no se iba a producir.

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Julián Contreras y su padre han sido desahuciados por impago del alquiler

Julián Contreras padre e hijo

Tocaba actuar rápido y, desgraciadamente, de manera desesperada para encontrar una solución o un 'parche' para no verse en la calle junto a su padre de esa forma tan abrupta y angustiosa. Julián ha barajado varias salidas una de ellas pedir ayuda a través de las redes sociales.

Desde su cuenta de Instagram ha recibido muchos mensajes reconfortantes empatizando con su situación, y ha querido agradecerles el gesto desde un 'stories': "Hola. La mayoría ya conocéis la situación y quiero agradecer, como siempre he hecho, tantos mensajes de ánimo y apoyo".

Sin embargo, su principal objetivo venía después de los agradecimientos. Su situación es tan límite como su petición: "Voy a aprovechar esta vía que tanta difusión tiene para preguntaros si alquiláis o conocéis a alguien que alquile pisos en Madrid. Si es así, por favor, hacédmelo saber". Asimismo, también ha instado a que sus seguidores le ayuden a difundir su búsqueda de piso: "Os agradeceré doblemente la difusión".

Esta no es la primera ocasión que Julián y su padre se enfrentan a un desahucio por impago, pero sí la primera vez que se hace efectivo. Hace pocos años, tampoco pudieron hacer frente al elevado alquiler de su vivienda durante un años. Sin embargo, consiguieron parar la orden, tras reunir la cantidad requerida 'in extremis'. Sus problemas económicos se remontan a la fatal incursión en hostelería que emprendieron padre e hijo. En 2013, el establecimiento Pura Gula, que tuvieron que cerrar al año de su inauguración, les llevó a la ruina, llevándose prácticamente todos sus ahorros. Desde entonces, desafortunadamente, no han levantado cabeza.

Julián Contreras