“He encontrado otra felicidad que no había conocido ni disfrutado, que es la del amor verdadero”. Joaquín Sabina se despide de los escenarios. El cantante se encuentra inmerso en la que es su última gira. Una decisión que sus fans -que son miles- nunca hubiesen querido leer. Pero es así. Sabina ha querido dar un paso al lado a los 76 años y es una decisión que tiene tomada.
“Llevo 30 años con la Jime y ella tiene mucho que ver en mi cambio de vida”, explicaba hace poco en la revista ‘Esquire’. La Jime es Jimena, su pareja. Se casaron durante la pandemia pero llevan juntos tres décadas. Fue la que puso orden en su vida y la que ha estado a su lado en todo momento. Apareció después del ictus y no se han vuelto a separar nunca.
GTRES.
“Hace tiempo que no quiero ir a ningún sitio donde no esté ella. Y eso que no se sabe y no se dice y está bien que no se sepa y no se diga, fue muy importante. Cumplí 50, tuve el ictus y me puse a vivir con la Jime hasta hoy”, apunta. Una vida que poco tiene que ver con la que siempre se ha relatado sobre Sabina. Tranquilo, retirado y pensando en amigos y compañeros a los que echa de menos.
De otra generación
“No se freír un huevo porque soy de otra generación y porque he de reconocer que tampoco lo he necesitado nunca”, afirmaba en la revista ‘Elle’. “Incluso en Londres, cuando vivía de okupa, siempre había una chica que los hacía. Pero tampoco sé conducir un coche, ni tengo móvil ni fijo, ni sé lo que es Internet. Ni me interesa”. De hecho, cualquiera que quiera encontrarle tiene que ir a su casa.
Esto ha hecho que la comunicación haya sido complicada. No tiene un teléfono donde acudir. Sus amigos van a visitarle a su apartamento que posee en el centro de Madrid y es allí donde charlan y se interesan. “La Jime viene a todos mis conciertos y trabaja conmigo, cosa que, si me la dicen antes, me parecería impensable”, explica. “De gira había que irse siempre sin novia. ¡Por favor, con las cosas que pasan por esos mundos...! Pues yo no voy ahora mismo a ningún sitio si ella no viene”.
Gtres
El cantante está enamorado hasta las trancas. Se arrepiente de serle fiel, bromea en una de sus entrevistas más recientes. Sabina ha encontrado en Jimena a la persona con la que compartir todo. De una pareja anterior tiene dos hijas que también forman parte de su día a día. Con Carmela incluso ha trabajado. “Me aburre mandar, prefiero dejar mi imagen en manos de alguien: no me gusta nada verme. Esta vez, elegí a mi hija porque de verdad me fío de ella”, aseguraba.
La relación del cantante con sus hijas y la madre de esta es espléndida. Van a verle actuar y es Sabina quien corre con los gastos siempre. Tras su extensa carrera ha acumulado una casa en Madrid, otra en la playa para pasar el verano y una cuenta corriente saneada. Él mismo lo ha explicado recientemente.
Enamorado de ‘la Jime’
“Yo creo que siempre he soñado con ser más viejo para no tener ganas de subirme al escenario y así escribir de una vez el libro con el que sueño yo siempre escribir”, confesaba en la citada entrevista. “Y que no es un libro de versos, sino una especie de loca autobiografía en la que se mezclan todos los géneros que a mí me gustan. Un libraco, vamos. Sí. Eso me gustaría hacer”.
Sabina optaba por retirarse a los 76 años. “Aunque el monstruo ese del ictus sigue ahí agazapado, ya no me corto con mis vicios”, reconoce. “Estuve ocho meses sin fumar hasta que me puse a trabajar. Fue coger un folio en blanco para escribir una canción o un soneto y volver a fumar. Sin esa compañía que ves en la mano me resulta todo imposible. La gente de mi generación que llevó la vida que yo llevé nunca pensó en llegar a los 40”.
Por el momento, sigue inmerso en su gira y en el duro paso de despedirse de un público que le ha sido fiel desde el inicio de su carrera.