La gran alegría de Merchi, madre de Anabel Pantoja, con su nieta Alma: "Ejercer de abuela es lo más bonito que me ha pasado"

Merchi ha sido la encargada de cuidar a la pequeña Alma mientras Anabel disfruta de la boda de su mejor amiga

Anabel Pantoja y Merchi
GTRES

Anabel Pantoja (38 años) no podía perderse la boda de su amiga Susana Molina. Una gran fiesta que tuvo lugar en Madrid y para la que no estaban permitidos los niños. Parece que eso no ha sido un impedimento para la influencer, que acudió al enlace junto a su novio, David Rodríguez. La pareja dejó a su hija Alma, de siete meses, a cargo de una niñera muy especial: su abuela Merchi.

La ex mujer de Bernardo Pantoja no dudaba en mudarse a la localidad de Arguineguín (Gran Canaria) para cuidar a su nieta mientras sus papás disfrutaban de esta velada entre amigos. La madre de Anabel se derrite por la pequeña y no ha perdido la oportunidad de compartir con sus seguidores lo feliz que es cada vez que tiene la oportunidad de pasar tiempo con ella. "Ejercer de abuela es lo más bonito que me ha pasado en la vida", escribía junto a una imagen en la que se pueden observar las piernas de la niña con el mar de fondo.

Merchi, que ha disfrutado de un paseo por el paseo marítimo junto a su nieta, ha acompañado la tierna publicación de Instagram de la canción 'Mi persona favorita' de Alejandro Sanz. Un tema que el artista dedicó a uno de sus hijos y que refleja el tsunami de sensaciones que provoca un miembro tan pequeño. 

Merchi y Alma
Instagram @merchibega

Está previsto que Anabel y David vuelvan a Gran Canaria este fin de semana después de semanas muy agitadas a caballo entre Sevilla, Córdoba y Madrid. Días felices en los que la pareja ha disfrutado de la romería del Rocío y que deja entrever que están más unidos que nunca a pesar de los rumores que les persiguen desde hace meses. 

Merchi, el gran apoyo de Anabel Pantoja a pesar de la distancia

La madre de Anabel ha demostrado ser, en silencio, un apoyo fundamental en la vida de su hija, especialmente en los momentos más delicados. A pesar de vivir en Sevilla, no duda en trasladarse a Gran Canaria siempre que puede para acompañar a Anabel y ahora a su nieta. Su implicación es total e imprescindible para la influencer. 

Anabel Pantoja y Merchi
GTRES

Más allá del apoyo práctico, Merchi ha sido un pilar emocional para la influencer. Anabel no ha dejado de expresar públicamente el profundo cariño y admiración que siente por su madre, a quien describe como una persona "fuerte, generosa" y siempre dispuesta a darlo todo por su familia.

La conexión entre ambas es muy especial y se ha fortalecido aún más con la llegada de Alma, por quien Merchi siente un amor incondicional. Aunque la distancia geográfica existe, el vínculo entre madre e hija es más fuerte que nunca y se sostiene en la entrega, la complicidad y el amor incondicional.

La emoción de Anabel Pantoja en la boda de su amiga Susana Molina

"Cuando la boda de tu amiga es un sueño...", era el título que Anabel Pantoja le ha puesto a la boda de su amiga Susana. Un sueño hecho realidad para la influencer en el que ha estado arropada por todos sus familiares y amigos. 

"Que boda más especial y más bonita. Hacía tanto tiempo que no disfrutaba tanto... Ha sido mágico pasar este ratito", declaraba Anabel junto a una batería de imágenes del gran día. Momentos muy felices entre los que se ha colado el secreto mejor guardado: el vestido de la novia. 

Anabel Pantoja y David
Instagram @anabelpantoja00

¡Estamos en whatsapp! Suscríbete a nuestro canal y entérate antes que nadie de todas las novedades y exclusivas de los famosos  ¡Haz click aquí!

 

Tal y como se puede ver al fondo de esta estampa, Susana Molina aparece vestida de novia con un diseño de inspiración romántica con un favorecedor escote halter y falda en A. Hace unos días era la diseñadora Clara Couture, encargada de la creación, la que adelantaba que se trataba de un diseño "romántico, con detalles muy femeninos (...) Uvestido fresco, alegre, especial… y, sobre todo, muy novia". "Lo más importante para Susana era sentirse ella, no sentirse ‘disfrazada’", confesaba la diseñadora.