Primer ‘Límite 48 horas’ de Gran Hermano VIP 7 y primera curva de la vida de la temporada ha sido la de Antonio David Flores, que la arrancó dolido tras la discusión con Mila. El ex guardia civil recordó su infancia en Málaga y cómo desde niño soñaba con formar una familia y ser padre joven. Y lo hizo con Rocío Carrasco, la hija de Rocío Jurado. ”La familia castiza de España, la hija de una tonadillera casada con un guardia civil, una bomba”, comentó.

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Jorge Javier Vázquez

“Fui feliz exceptuando los dos o tres meses durante ese matrimonio. Mi ilusión era tener una familia y vivir como mis hermanos, crear un hogar y criar a mis hijos. Quería ser un matrimonio normal dentro de la casa donde me había metido, la casa de Rocío Jurado”, contó.

“¿Se podría haber salvado el matrimonio?”, le preguntó Jorge Javier Vázquez. Y Antonio David lo tiene claro: “sí”. “Si no hubiéramos venido a vivir a Madrid, a casa de su suegra, sí se hubiera salvado. La abuela de mis hijos me adoraba y yo también a ella y su abuelo también, el problema es que había demasiada gente. Rocío volvió a retomar su vida y sus amistades, que no era negativo, era lo que había alrededor, con muchas opiniones, la prensa, todo el rato en las revistas y la tele y eso complicó la situación”, recordó de aquellos momentos.

Con Rocío Carrasco vivió algunos de los momentos más felices de tu vida, pero también el más triste y el más duro porque los últimos 19 años ha sido una auténtica pesadilla para toda su familia. “El peor día fue cuando yo estaba en el juzgado de Alcobendas por una denuncia de mi exmujer y una funcionaria de violencia de género me dijo que fuera a acompañarle. Cuando vi a los guardias pensé que el fin de semana dormía en el calabozo. Después de ese momento, hubo un antes y un después en mi vida y pensé que era la sentencia de mi vida”, señaló.

Fue la jueza quien le explicó todo lo que ocurría. “Su mujer le ha puesto un querella criminal por un delito de violencia de género, por maltrato físico y psicológico. Y a partir de ahí esos últimos los han sido difíciles”. Desde entonces, no ha trabajado, ha estado alejado de los medios y ha vivido con el miedo de dejar a sus tres hijos solos. “No he trabajado y mis hijos lo han pasando fatal porque pensaron que iba a entrar en la cárcel. Eso me ha debilitado psicológicamente y físicamente”, reconoció roto de dolor.