La emoción de Anabel Pantoja en la Primera Comunión de su sobrina Ana: "Este momento lo he soñado desde hace seis meses"

Día para celebrar en la familia Rivera Rosales. Kiko Rivera (41 años) e Irene Rosales (33 años) han celebrado este domingo, 1 de junio, la Primera Comunión de su hija Ana. Un día mágico en el que los orgullosos papás han puesto todo de su parte para que sea perfecto e inolvidable para la protagonista. 

Pasadas las 13.00 horas, la iglesia de Castilleja de la Cuesta (Sevilla) empezaba a ser un hervidero de gente esperando la llegada del Dj con toda su familia. Muy felices y emocionados, Kiko e Irene cedían todo el protagonismo a su hija mayor, nerviosa a la par que emocionada. A su lado, los otros dos hijos del Dj: Fran, de 12 años, fruto de su relación con Jessica Bueno y la pequeña Carlota, de 7. 

Aunque tanto el Dj como la influencer han organizado la Comunión de su hija mayor con suma discreción, era inevitable que los fotógrafos estuvieran presentes para inmortalizar el momento. "Estamos muy felices", repetía Kiko con una sonrisa antes de acceder al templo. "La ceremonia ha sido muy bonita y muy emotiva (...) Es un día muy bonito y vamos a disfrutarlo mucho", declaraba Irene.

La emoción de Anabel Pantoja al ver a sus sobrinas 

A pesar de las ausencias evidentes, la lista de invitados a la Comunión de la pequeña Ana ha sido amplia. Familiares y amigos se han trasladado hasta Sevilla para acompañar a la protagonista y a sus orgullosos papás en este día tan especial. Anabel Pantoja viajaba desde Canarias junto a David Rodríguez y su hija Alma. La influencer, quien ha recuperado la relación con su primo, no podía perderse este día tan señalado para su sobrina. 

La llegada de la sobrina de Isabel Pantoja ha sido a toda prisa, y es que tal y como ella misma ha reconocido desde que es mamá le cuesta ser puntual. Anabel conducía el carrito de su bebé mientras su madre, Merchi, la seguía de cerca. 

Una vez en el interior de la iglesia, Anabel vivía una situación mágico y especial. "Este momento lo he soñado desde hace seis meses", escribía Anabel Pantoja junto a una preciosa estampa en la que sus dos sobrinas, Ana y Carlota, se derriten por su hija Alma, quien descansaba en su carrito. 

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Anabel Pantoja, impecable de blanco en la Comunión de su sobrina

La influencer elegía el blanco para su estilismo. Radiante, Anabel optaba por un dos piezas de Zara compuesto por un top de cuello halter a juego con un pantalón culotte que le sentaba a las mil maravillas. Un estilismo veraniego, cómodo, fresco y elegante, ideal para una Comunión y que, además, realzaba su bronceado. 

La prima de Kiko Rivera cerraba su look con unas cuñas de tacón transparente con el que no solo ha ganado unos centímetros de altura sino también le ha permitido verse más estilizada si cabe. Un bolso dorado a juego con sus joyas ponían el toque definitivo a un look de Comunión perfecto que podrá reutilizar las veces que quiera. 

Aunque llegaba junto Anabel y su hija a la iglesia, David Rodríguez ponía distancia con las cámaras haciendo gala de su discreción. El cordobés ha recurrido a un estilismo muy veraniego compuesto por pantalón de lino blanco y camisa verde. 

Las numerosas ausencias en la Primera Comunión de la hija de Kiko Rivera e Irene Rosales

Lo que ha llamado especialmente la atención es la ausencia de Cayetano Rivera. Es conocido por todos la magnífica relación que el Dj tiene con su hermano mayor, por lo que, quizás, para evitar el revuelo mediático, el torero ha podido trasladarse directamente al lugar de la celebración junto a su hijo. 

Además de toda la familia de Irene Rosales, quien no ha faltado a la cita ha sido Raquel Bollo y Luis Rollán, amigo íntimo de la pareja. "Ojalá estuvieran todos", decía el colaborador de televisión con cierta resignación. 

A quien no se esperaba bajo ningún concepto era a Isabel Pantoja. El Dj lleva años sin hablarse con su madre, una ausencia también como abuela que Kiko Rivera le ha echado en cara en numerosas ocasiones. Isa Pantoja, que está a punto de dar a luz a su segundo hijo, tampoco recibió la invitación y, por tanto, no ha viajado a Sevilla.

Aunque el pasado mes de enero protagonizaron un reencuentro en Canarias, la cosa se quedó ahí y, al menos por el momento, ninguno de los dos está preparado para una reconciliación. Un distanciamiento que le produce una enorme tristeza sobre todo por su hijo Alberto, quien ha sufrido las idas y venidas familiares. 

Sea como fuere, a pesar de las numerosas ausencias, tanto Kiko como Irene han hecho todo lo posible para que su hija mayor disfrute de un día mágico e inolvidable.