Forman uno de los matrimonios más consolidados de Hollywood y su historia de amor sigue creciendo cada año más. Hablamos de Elsa Pataky (48 años) y Chris Hemsworth (41 años), de cuya unión han surgido tres hijos, India, de 13 años, y los gemelos Tristán y Sasha, de 11, la gran alegría de ambos, que forman una de las familias más unidas del cine. La española regresa a la ficción en nuestro país con la serie ‘Matices’, siendo la primera vez que la podemos ver en la pequeña pantalla nacional desde hace décadas, habiendo querido confesar en plena promoción de la misma una de las cosas que más les costó a ambos cuando comenzaron a salir.
Elsa Pataky y el momento más difícil al conocer a Chris Hemsworth
La actriz, que recientemente confesaba algunos de sus mejores trucos para mantenerse en forma, se ha abierto en canal con ‘Harper’s Bazaar’ para comentar cómo ella y su marido se conocieron. Ambos estaban trabajando con la misma profesora de dicción para diferentes proyectos en Estados Unidos, siendo esta mujer la que les invitó a quedar y conocerse para que conversasen sobre sus inquietudes comunes, tal y como aseveran en el citado medio. Estos se llamaron por teléfono antes de verse en persona, siendo una llamada que no resultó para nada romántica.
Instagram @elsapataky
"Tenía un acento tan marcado que no conseguíamos entendernos, así que decidimos quedar directamente", confesaba Elsa, que dejaba claro lo mucho que les costó entenderse en esta primera charla debido a su acento español y el australiano de Chris, algo que cambió cuando se vieron en carne y hueso, siendo muy atractivo para ella "esa voz profunda que tiene" su ya marido. Un año más tarde de esta cita a ciegas ambos se daban el ‘sí, quiero’ en Indonesia, un matrimonio que parece estar cada vez mejor, a pesar de que Elsa tuvo que dejar atrás su país natal: "Le hice prometer que ninguno forzaría al otro a vivir en su país, porque estaban muy lejos entre sí. Pero terminó surgiendo porque me llevó a Australia, me enseñó Byron Bay y me enamoré. Era un paraíso. Siempre había querido vivir cerca del mar y con animales, así que le dije: 'Vale, vamos, pero me prometes que tendré caballos'", explica.
Gtres
Aun así, si el matrimonio acabase viviendo en nuestro país parece que tienen clara la zona que elegirían para ello, el País Vasco, tal y como aseguraban hace tiempo desde el programa ‘Ya son las ocho’. Estos comentaban que Elsa y Chis se habían enamorado de Irun, donde vive el hermano de la actriz, aunque Chris ya dijo en sus redes que, de no vivir en Australia, elegirían Donostia como su hogar.
La casa de Elsa y Chris, su paraíso privado
Tras haber elegido Australia como lugar donde pasar sus vidas, queriendo alejarse del estresante Hollywood y poder encontrar la paz en este oasis en mitad de la naturaleza, era en el año 2017 cuando ambos construyeron su enorme mansión en la zona de Byron Bay, donde podemos encontrar esta casa, valorada en unos 30 millones de dólares y bautizada como Kooeloah.
Situada en la reserva natural de Broken Head, en la costa este de Australia, esta cuenta con piscina infinita con spa, una granja con más de 70 animales, una sala de cine, una sala de masajes, otra de juegos con bar e incluso un gimnasio completo para que ambos puedan seguir manteniéndose en plena forma.
Elsa y su gran familia australiana
Aunque no suelen hablar sobre sus hijos, en unas declaraciones que recoge ‘ABC’, Elsa ha querido hablar de su hija India, de la que asegura que “no es nada femenina, no le interesan nada la ropa, la moda, ni el maquillaje. Es como un niño y tiene un carácter...”, explicaba, siendo una familia tan unida que Pataky no duda en traerles a España todos los años, queriendo que sus hijos también sepan de dónde viene su madre: “Les traigo todos los años, vienen al menos tres o cuatro semanas para que disfruten y sigan empapándose de la cultura española, de lo que más les gusta” siendo muy fanáticos del rito de “comerse las uvas” cada 31 de diciembre, algo que no hacen en todos los países.
“Les encantan las tradiciones españolas. En Australia o en otros lugares mucho más modernos no tienen las tradiciones así tan inculcadas, que las hacemos y que nos juntan a todos”, explicaba.