El Principado de Mónaco está de luto. Este martes, el príncipe Alberto (66 años) recibía una noticia que le ha sumido en una profunda tristeza: la muerte del doctor Michel-Yves Mourou a los 81 años. Amigo íntimo del soberano durante años, su pérdida ha generado una enorme conmoción en Mónaco.
Este eminente radiólogo fue jefe del departamento de Radiología del Hospital Princesa Grace hasta su jubilación en 2009. Su experiencia y dedicación le valieron el nombramiento en el Consejo de la Corona en 2003, pasando a ser presidente en 2009, cargo que ocupó hasta 2018 cuando Alberto lo nombró Consejero privado. Un gesto con el que le agradeció de forma pública su lealtad durante décadas.
El comunicado de Alberto de Mónaco tras la muerte del doctor Michel-Yves Mourou
Desde el Principado no tardaban en emitir un comunicado en nombre del príncipe Alberto. "Es con profunda tristeza que S.A.S. el Príncipe Alberto II ha recibido la noticia del fallecimiento del Doctor Michel-Yves MOUROU", empieza la misiva. Así, comunican el deseo del marido de la princesa Charlene es "rendir homenaje a la memoria de un hombre dedicado al Principado, quien se distinguió por la constancia y la calidad de su compromiso al servicio de sus conciudadanos".
GTRES
En el comunicado, el Principado hace un repaso a la labor que el doctor Mourou hizo durante 15 años para la Corona "aportando sus competencias, su discernimiento y su fidelidad a las instituciones monegascas". Para el soberano, fue un hombre que "dejó huella en los trabajos parlamentarios y en el desarrollo legislativo del Principado".
En primera persona, Alberto de Mónaco recuerda en el texto como siempre le "dio muestra de un profundo sentido de la ética y del deber", una lealtad que nunca olvidará. Y concluye: "En este momento de duelo, el príncipe Alberto II expresa a su familia, a sus allegados y a todos quienes lo conocieron y apreciaron, sus más sinceras condolencias y la expresión de su sentida compasión".
Aunque no lo especifica en el comunicado, Mourou también tuvo un vínculo muy estrecho con Carolina y Estefanía, así como sus respectivos hijos. Hoy, todos ellos lloran la pérdida de un hombre que fue capaz de guardar sus mayores secretos hasta su muerte.
Michel-Yves Mourou y las princesas de Mónaco
Su vida ligada al Principado llevó a Mourou a escribir un libro en 2010 sobre las princesas de Mónaco. Una novela en la que el médico habló una por una de todas esas mujeres que llevaron al Principado a lo más alto.
La portada, dedicada en su totalidad a la princesa Grace, quien luce imponente con un voluminoso vestido rojo, impresionantes joyas y el pelo recogido en una trenza. "Comprometido en recuperar del pasado las más bellas figuras femeninas de Mónaco, Michel-Yves Mourou rinde homenaje, en un estudio preciso e íntimo, a las princesas que han dejado una huella indeleble en la historia monegasca. Vidas fascinantes, materia de sueños y destinos trágicos también... Porque estas princesas, encadenadas por sus responsabilidades políticas, aplastadas por los acontecimientos históricos, desgarradas por las intrigas cortesanas y luego perseguidas por los medios de comunicación, a menudo pagaron su felicidad a costa de su nacimiento privilegiado", es el resumen de esta novela que tras su muerte se ha convertido en objeto de coleccionista.
"Damas de hierro o mártires, amantes apasionadas o madres solícitas, estas mujeres han contribuido, durante más de siete siglos, a la influencia del Principado y de la dinastía Grimaldi junto a sus Príncipes. Desde Santa Devota hasta las princesas actuales, Carolina y Estefanía, hijas de la legendaria princesa Grace, es una galería de retratos cautivadores y entrañables que desfilan, con sencillez y autenticidad por estas páginas", culminan.