La actriz Meghan Markle (41 años) parece haber sufrido un revés después de varios meses de exposición constante en los medios. Tras el documental de Netflix protagonizado por Markle y el príncipe Harry (38 años), son muchos los británicos que han rechazado la nueva postura adoptada por la pareja y su popularidad en el país de origen del príncipe Harry ha caído en picado según la encuesta Ipsos Mori. La pareja parece ajena a que los ciudadanos británicos los apoyen en esta nueva etapa pero lo que no esperaban es ver como su influencia y popularidad bajaba también en Estados Unidos.

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El país que ha visto crecer y triunfar a Meghan Markle parece haberse hartado de los Duques de Sussex y valoran mejor a la reina consorte Camila (75 años) y Kate Middleton (40 años) que a ellos. Un duro golpe para la pareja que siempre ha tenido de su lado a la mayor parte de los americanos, así lo ha estimado la encuesta realizada por Newsweek. La visión general que el pueblo americano tenía de los Duques de Sussex ha cambiado tras la publicación del libro 'En la sombra' (Spare en inglés). En él, el príncipe Harry se explaya abiertamente sobre las idas y venidas que ha tenido a lo largo de vida tanto con su padre, su hermano y con el resto de miembros de la familia real británica.

El libro ha conseguido cifras de récords ya que ha alcanzado los 3,2 millones de copias vendidas en la primera semana a nivel mundial. Estas cifras resultan beneficiosas para la pareja pero también han dejado una estela de malestar e incredulidad a su paso que les está pasando factura ahora. La conclusión de la encuesta realizada es que "después de la gira publicitaria de su libro y la reciente serie documental de la pareja, Harry y Meghan parecieron colapsar su popularidad en Estados Unidos".

La sobreexposición del príncipe Harry y Meghan Markle en los medios

Los Duques de Sussex renunciaron a ser parte activa de la Casa Real Británica para tener una vida más alejada de la presión mediática que vivían en Reino Unido. Una vez instalados en California y tras recibir bastante acoso por la prensa cuando cambiaron su residencia y ahora disfrutan de mayor privacidad y tranquilidad para criar a sus dos hijos, Archie y Lilibet Diana. No obstante, a pesar de haber reclamado estar en el punto de mira durante mucho tiempo y haber recibido mucha presión de los medios de comunicación británicos desde que llegaron a Estados Unidos, ellos han sido los encargados de hacer todo lo posible por estar en boca de todos.

Comenzó en la entrevista concedida por Meghan y Harry a Oprah. Durante la charla distendida que tuvieron los Duques de Sussex con la presentadora pusieron encima de la mesa temas como el racismo sufrido por Meghan Markle como una de las principales razones de su marcha de la familia real. En el documental de Netflix 'Harry y Meghan' desarrollan en seis capítulos su historia de amor, cómo se conocieron y lo que les supuso a nivel personal y profesional tener que compaginar una relación a distancia y los impedimentos que había con los cuadrantes de horarios y citas ineludibles del príncipe Harry.

El príncipe Harry y Meghan Markle

El príncipe Harry y Meghan en Alemania 

GTRES

¿Cuál es el problema con Meghan Markle?

Cuentan en los últimos capítulos los problemas que surgieron cuando Meghan quiso parar las filtraciones a la prensa que provenían de palacio y cómo se vieron desprotegidos frente a otros miembros de la familia real. Para la joven pareja con un bebé recién nacido supuso un gran alivio partir y poner rumbo a Estados Unidos para encontrar todo lo que no tenían en Reino Unido. Son muchos los que tras ver el documental critican que no son más que dos personas privilegiadas quejándose y ese pensamiento ha calado más tras la publicación del libro 'En la sombra'.

Los más críticos con la pareja afirman que lo único que hacen es verter acusaciones polémicas sobre hechos vividos en el seno de la familia Real Británica para desprestigiarlos y seguir dándole rentabilidad a un discurso que va perdiendo valor conforme pasa el tiempo. El hijo de Carlos III y Diana de Gales quiere mantener abierta todas las posibilidades de negocio posibles para ser económicamente independiente y no todos apoyan los pasos que está siguiendo en la actualidad.