Una imagen desde el hospital. El príncipe Carlos Felipe de Suecia reaparece después el bautizo de su hija Inés. Con una vía en el brazo, mira a la cámara y sonríe. Es un gesto importante al que la Casa Real ha querido dar la trascendencia que requiere. La familia al completo se dejaba ver este pasado viernes para acompañar a los príncipes en el día grande su hija menor.
“Soy un orgulloso patrocinador del importante programa de donación de sangre de las Fuerzas Armadas Suecas”, escribe el propio príncipe junto a la fotografía. Carlos Felipe dona sangre y sirve de ejemplo para que los suecos sigan su camino. “¡Salva vidas y fortalece la preparación de Suecia!”. Un nuevo gesto que trata de paliar la crisis que lleva tiempo arrastrando la Familia Real sueca.
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El estado de la reina Silvia ha provocado gran inquietud en parte de la población. Han sido varios los episodios en los últimos meses en los que la actual reina ha tenido que ser ingresada. Tanto por operaciones como por complicaciones respiratorias. Una situación que pone en alerta tanto a sus hijos como a su entorno más cercano. ¿Hay relevo ya previsto en la Corona sueca?
Crisis familiares
El bautizo de Inés, la hija menor de Carlos Felipe y Sofía de Suecia, ha sido la última ocasión en la que hemos podido ver a la Familia Real. Una aparición en público que no solo calma las crisis, tanto personales como económicos, sino que también intenta fortalecer la imagen de la monarquía. Juntos, unidos y al lado del rey Carlos Gustavo. Los escándalos financieros que salieron a la luz el pasado marzo han dejado mucha huella en el monarca.
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Las cuentas del rey está en números rojos. Los suecos no dudaron en criticar a los reyes por su dispendio económico y por solicitar dinero público para tratar de sanear las cuentas. Desde entonces, su imagen está en el punto de mira. La delicada salud de la reina Silvia no ha contribuido. En plenas vacaciones de lujo tuvo que ser trasladada e ingresada.
A pesar de su avanzada edad y de la complicada situación, no parece que entre los planes del rey se encuentre la abdicación en su hija Victoria. La heredera al trono está viendo como muchos de sus coetáneos han asumido la jefatura del Estado mientras, en su caso, su padre apura un reinado que comienza a hacer aguas. La prensa del país, siempre respetuosa con la Casa Real, aireaba los problemas del monarca.
Carlos Felipe, al rescate
La popularidad de la que gozan Carlos Felipe y su mujer, Sofía, ha hecho que sean uno de los pilares en los que se sustenta la actual política de comunicación de Casa Real. La pareja tiene ya cuatro hijos y posa con ellos de forma habitual. En el bautizo del pasado viernes pudimos verles al completo, felices y sonrientes, dan una imagen más juvenil de la Casa Real.
Sin la presión de reinar -Suecia derogó la ley sálica tras su nacimiento para que fuese su hermana mayor, Victoria, la heredera-, Carlos Felipe ha sabido ganarse el cariño de todos. Su matrimonio con Sofía de Suecia no estuvo exento de polémicas. El pasado de la joven salía a la luz y hacía que los reyes desconfiasen. Con el paso del tiempo han dejado claro que son una de las parejas menos conflictivas de las monarquías europeas.
Siempre se ha dicho que Carlos Felipe es el ojito derecho de su padre, el rey Carlos Gustavo. Un apoyo constante que ha ido escalando posiciones en estos últimos años. ¿Qué papel tendrá cuando sea reina su hermana Victoria? Por lo que parece, todavía queda tiempo para saberlo.