Poco más de medio año ha durado la historia de amor entre Mohamed V de Kelantan y Rihana Oksana Voevodina. El que fue rey de Malasia hasta su reciente boda el pasado mes de enero tomó la decisión de renunciar al trono por amor, por el amor de una exmodelo rusa a la que convirtió en su esposa.

Artículo recomendado

La princesa Haya de Jordania teme por su vida y pide el divorcio

Haya de Jordania

Según unas informaciones filtradas este miércoles por la prensa del país, la pareja podría haberse divorciado a comienzos del mes de julio, siete meses después de haber contraído matrimonio en noviembre de 2018. El misterio y la polémica no faltan en esta breve historia de amor.

A pesar de que aún no se conoce la causa real de la separación, fuentes cercanas aseguran que no ha sido amistosa debido al método escogido para el acuerdo, el triple talaq, el más severo que contempla el Islam. Según esta costumbre, un hombre solo ha de repetir en tres ocasiones la expresión "talaq" para obtener la separación, que a partir de ese momento es irrevocable. Se trata de una práctica casi en extinción y que no está bien vista en algunos países musulmanes ya que deja desprotegidos los derechos de las mujeres.

De momento, ni Mohamed V ni Rihana Oksana han roto el silencio oficial. El palacio de Kelantan se ha limitado a divulgar un comunicado oficial en el que, en un ejercicio de sutileza, pide a la prensa que no haga referencia a "ciertos individuos" con títulos reales, entre los que está el de Reina de Kelantan.

La intriga que está caracterizando este triste final también estuvo presenta al comienzo de la relación del exrey de Malasia y su pareja. Fue toda un sorpresa que en noviembre del año pasado el monarca contrajera matrimonio con una desconocida -ganadora del certamen de belleza Miss Moscú en 2015 y a la que doblaba la edad- para el pueblo, sin previo aviso y en una ceremonia privada fuera de su propio país.

La joven llamada Voevodina, de 25 años, se convirtió al Islam y adoptó el nombre musulmán de Rihana. El único requisito que su marido cumplía para ella era el de tener más poder adquisitivo, como afirmó en algunas de sus declaraciones: "Creo que el hombre debe ser el cabeza de familia y por supuesto no debe ganar menos que la mujer", afirmaciones en las que ningún aspecto más encajaba con su elección de pareja. "Me gustan los chicos que andan en monopatín y bicicleta y participan en competiciones", aseguraba en una reciente entrevista.

Para una sociedad acostumbrada a la discreción monárquica, la llegada de Rihana a la familia no fue plato de buen gusto. Tampoco gustaba cómo ella se manejaba en redes sociales, haciendo alarde de su nuevo título frente a los más de 380.000 seguidores que posee. Allí desveló, por ejemplo, cómo se conocieron: "Él se presentó como el rey de Malasia. Me lo tomé a broma y le contesté que yo era la reina de Moscú".

Pero la polémica no acaba aquí. Poco tiempo después de la boda, fueron publicadas unas imágenes de la participación de la exmodelo en un reality show de una televisión rusa, en las que se la veía manteniendo relaciones sexuales con otro joven. Este escándalo fue la principal razón de la abdicación de su marido en enero de este año, el primer rey en la historia moderna de Malasia en hacerlo desde que el estado se constituyera en una monarquía parlamentaria y rotatoria.

Tampoco el nacimiento de su primer hijo en común, el pasado mes de mayo, ha podido solventar la situación y encauzarla. La ruptura era más que inminente y, al igual que llegó todo de manera rápida, también el final no ha tardado en llegar.