Después de siete años sin sacar nuevo disco, Ana Belén (74 años) regresa a la escena musical con 'Vengo con los ojos nuevos'. Este proyecto promete llevarla a los escenarios de media España. Aunque su vuelta no ha empezado con buen pie. Se ha visto obligada a cancelar el concierto que tenía previsto dar de Zaragoza por una laringitis aguda con afonía. Pese a este imprevisto, la cantante estará este lunes en 'El Hormiguero' para hablar de este nuevo proyecto y contar algunas de las mejores anécdotas de su dilatada trayectoria. Lo ha confirmado el programa durante la mañana del mismo lunes a través de su perfil de X (antiguo Twitter).
Ana Belén tenía que cancelar in extremis su último concierto. Una dolencia en la garganta le impedía subirse al escenario. Afectada por no poder cumplir con su público, su representante confirmaba que sería en septiembre cuando recuperaría este concierto. Tras unos días de reposo, la cantante y actriz se sentará con Pablo Motos en esta recta final de 'El Hormiguero' antes de las vacaciones.
Una vida de película
María del Pilar Cuesta Acosta, más conocida como Ana Belén, cuenta con una trayectoria de más de 60 años. En este tipo ha ganado el Goya de Honor, un Premio Grammy Latino y dos Medallas de Oro, entre otros reconocimientos. Con apenas diez años ya estaba trabajando. Con trece, grabó su primer disco. "Yo sabía que si trabajaba, me pagaban y bien, y que con ese dinero ayudaba a mi familia. Y esa es una responsabilidad que tengo desde niña", contaba a la revista Lecturas.
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La mayor de tres hermanos, hija de un cocinero y de una portera de una finca, tuvo clara su vocación desde pequeña. Estudió solfeo y piano y empezó en concursos radiofónicos. Poco a poco, se fue haciendo hueco y comenzó a ser conocida como la niña prodigio. Consiguió firmar un contrato para rodar películas infantiles con Épocas films y desde entonces no ha dejado de trabajar.
Su historia de amor con Víctor Manuel
Fue su amiga Trini Alonso quien los presentó en un hotel de La Coruña en 1971. Víctor Manuel estaba por aquel entonces de gira con Julio Iglesias. "Me cayó muy bien y le invité a venir a la función de esa misma noche, pero tenía concierto y no podía venir. Aun así, seguí insistiendo para vernos después de mi actuación y de su concierto. Al final, quedamos en un sitio, en una especie de discoteca, pero me hizo muy poco caso", contaba recientemente en una entrevista con Zenda.
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El destino quiso unirles de nuevo al trabajar juntos en una película, la primera y la última para Víctor Manuel: "Al saber que iba a trabajar con Víctor pensé: ‘Esta es la mía'". El último día de rodaje se fue a cenar con él y bebió. No estaba acostumbrada y terminó declarándose. "Creo que él debía de esperarlo, puesto que no me costó ningún trabajo. Hasta ese día él estaba un poquito reticente porque tenía novia", contaba.
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Una boda con anillos de atrezo
Su boda fue igual de atípica que sus inicios. Un amigo de Víctor Manuel, Miguel Ángel Lombardía, les vio tan bien una noche que les sugirió que se casasen o se fuesen a vivir juntos. Decidieron lo último, pero por lo civil. En aquel momento, era complicado y solo se podía en Gibraltar. Ni siquiera era válido en España.
"Te casaba en inglés un señor que hablaba con acento andaluz. Como entonces la verja estaba cerrada, tuvimos que ir allí desde Tánger, donde cogimos un avión. Al día siguiente regresamos a Tánger ya casados. La familia venía con nosotros: sus padres, los míos, Miguel Ángel Lombardía y mis dos hermanos. Esos fueron los testigos del enlace", dijo.
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Curiosamente, se olvidaron los anillos. Más bien no los habían comprado. Pero Víctor llevaba puesta una chaqueta que lució en la película que rodaron juntos y, como si el destino hubiese intervenido, en el interior estaban los anillos que les habían hecho para el filme. Se casaron con los anillos de 'Morbo'. "No, nuestro matrimonio no está convalidado ni creo que lo convalidemos, aunque nunca se sabe y lo mismo cualquier día nos da la venada", dijo en Lecturas.
No les hace falta. Siguen igual de enamorados que el primer día. Han formado una familia idílica con sus dos hijos: David y Marina Sam José. "Les he dado las herramientas para que ellos pudieran armar su proyecto, y aunque sabes que ahora es cosa de ellos, eso nunca es cierto del todo. ¿Qué padre dice hasta aquí he llegado y ahora su vida es de ellos? Eso es imposible, estás involucrado constantemente porque cualquier cosa que les pueda contrariar o les pueda hacer sufrir, te afecta a ti también, aunque tu misión ahora es estar de espectadora solidaria y, si te necesitan, estar ahí", contaba.