Con el buen tiempo empiezan a proliferar las bodas, bautizos y comuniones. Este viernes 4 de julio es el turno de Luis Astolfi Flórez, hijo de Luis Astolfi e Isabel Flórez, y Cristina serrano, que se darán el 'sí quiero' en una ceremonia civil en el Cortijo Pérez Jiménez, en Marbella, rodeados de sus amigos y familiares. Entre las decenas de invitados se encuentra una muy especial: la infanta Elena.
Así es. La hermana del rey Felipe VI ha sido una de las afortunadas que ha recibido una invitación para el gran evento. Su presencia no es de extrañar debido a la gran amistad que la madre de Victoria Federica mantiene con el padre del novio. Un vínculo que hace muchos años fue uno de los romances más sonados y populares de la época.
Luis y Elena se conocieron en la romería de la Candelaria en el Rocío, que suele tener lugar el primer fin de semana de febrero. Aunque no lo había visto en persona, las revistas de la época aseguraron que la infanta ya sabía quién era él. Hijo de Antonio Astolfi y Dolores Pérez, Luis era el sexto de catorce hermanos y estaba estudiando derecho.
Su amor nació por una pasión común: la hípica. La hija del rey emérito Juan Carlos y la reina Sofía ha disfrutado desde que era pequeña de esta afición y ha logrado transmitirla a su hija. En los años 80 se volvió muy habitual ver a Elena y Luis recorriendo distintos circuitos y concursos, compartiendo tiempo juntos tras las competiciones.
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Tanto fue así que, como cuenta Paloma Barrientos en 'Vanitatis', la revista 'Tiempo' dedicó en 1986 todo un reportaje a desgranar la relación de la infanta con el jinete. Por ejemplo, desvelaron que los jóvenes no solo se veían en esos certámenes de hípica, sino que también habían tenido citas en restaurantes de Madrid como Tataglia, Toffaneti, Alduccio y el Pcuhero. Una información muy delicada que la Casa Real no desmintió.
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Aunque siguieron sin hacer declaraciones al respecto, a medida que pasaban los meses parecía evidente que Astolfi se convertiría en uno más de la familia Borbón. De hecho, el único comunicado en el que la Corona parecía insinuar este romance fue cuando anunciaron el plan de vacaciones de ese año. Mientras que los reyes, la infanta Cristina y Felipe viajarían al Palacio de Marivent, la infanta Elena acudiría más tarde porque iba a participar en un circuito de saltos por la zona norte del país y en Portugal. Una competición en la que también participaba Luis.
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Poco a poco ambos empezaron a destacar en este deporte, aprovechando cada oportunidad para verse. Uno de sus lugares de encuentro era el club Pineda, que al ser privado impedía que se tomaran fotografías de los dos en actitud cariñosa. La única vez que trascendió una instantánea del interior fue cuando la madre de Froilán experimentó una caída y Astolfi corrió para ayudarla y protegerla.
La ruptura de Elena y Luis
Este noviazgo, que nunca se hizo oficial pero que en la época se daba por hecho, fue perdiendo fuelle con el paso del tiempo. Tras tres años de relación, Elena y Luis dejaron de coincidir y de hacer planes. Las razones de su ruptura solo las saben ellos, pero fueron muchas las teorías que se barajaron.
Una de la que más sonó fue que la reina Sofía se encargó personalmente de que esa relación terminara. La emérita, influenciada por su propias raíces, no estaría dispuesta a que su primogénita se casara con alguien que no fuera de alta cuna. Otra versión de los hechos es que Luis no estaba dispuesto a abandonar la hípica para formar parte de la institución. Al fin y al cabo, ser el marido de una infanta y cuñado del futuro rey no era compatible con dedicarse a esta profesión al 100%.
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De una forma u otra, lo que sí se sabe es qué hicieron los dos una vez terminó su romance. En 1992, Asrolfi se casó con Isabel Flórez, una empresaria sevillana que le robó el corazón y de la que se separó en 2012. Por otro lado, en 1995, la infanta Elena se casó con Jaime de Marichalar, con quien tendría dos hijos. Ella también se separaría de su marido, en 2007.
Fue cuando ambos ya no estaban atados a nadie más cuando Luis y Elena retomaron esa amistad que tanto interesó a la sociedad de la época. Desde hace años se les ve coincidir en hípicas y restaurantes de manera muy discreta. Hace no mucho coincidieron en una corrida de toros en Las Ventas, tal como contó Beatriz Cortázar, la cual desveló que ambos quedaban cuando coincidían en Sevilla.
Eso sí, cuando es necesario, la infanta deja a un lado la exposición mediática y se posiciona al lado de su amigo. Un claro ejemplo fue cuando fallecieron los padres de Luis o cuando se divorció. Es por eso que su presencia en la boda de su hijo no es más que una prueba más de la excelente amistad que han sabido consolidar décadas después de su historia de amor.