El príncipe Harry acusa a la prensa británica de haber destrozado su vida sentimental

El príncipe Harry volvió a vivir un tenso interrogatorio por parte del abogado de la defensa del grupo editorial

Príncipe Harry

El príncipe Harry entrando en el Tribunal Superior de Londres 

Cordon Press
Lucía Camino
Lucía Camino

Periodista especializada en Casas Reales

El juicio más mediático de Reino Unido sigue en marcha y son muchas las novedades que se revelan a diario en el Tribunal Superior de Londres. El príncipe Harry (38 años) llegó por segunda vez a los juzgados en los que se celebra el caso por el que el duque de Sussex ha demandado al grupo editorial Mirror Group Newspapers por escuchas ilegales. El joven royal no lució su mejor cara cuando llegó al recinto, entre tanto revuelo. 

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Príncipe Harry

Dentro la cosa, no parecía mejorar para el hijo de Carlos III ya que tuvo que enfrentarse a un tenso interrogatorio por parte del abogado de la defensa, Green, que cuestionó algunas de las pruebas aportadas por el equipo legal del príncipe Harry y también retó al duque de Sussex con varias preguntas. Cuando el letrado le dijo que si se publicaba una noticia que tenía cierto interés público, no entendía cuál era el problema, a lo que el royal le respondió que había "una diferencia entre el interés público y lo que es en interés del público".

Harry y Chelsy

¿Cómo afectó la prensa a la relación del príncipe Harry con Chelsy Davy?

El príncipe Harry ha recordado en el que ha sido su segundo día, cómo afectó la publicación constante de noticias relacionadas con él y con la que era su novia del momento, Chelsy Davy, en el periodo en el que salían. Acusa a los medios de que fueran los causantes de que se terminara esa relación sentimental ya que no paraban de publicar informaciones sobre si había estado en un club de striptease, cuando se fueron de vacaciones a Mozambique y un sinfín del artículos más relacionados con la pareja. 

El duque de Sussex afirmó que "el número de mi novia estaba extrañamente en manos de los periodistas de Mirror. Muy sospechoso que tuvieran su número. No creo que se lo diera a ningún periodista". También quiso explicar que a lo largo de su relación había habido varios artículos en los que supuestamente medios del grupo MGN habían hablado con amigos cercanos a Davy y él ponía en duda la veracidad de los mismos. 

A pesar de que la relación entre el príncipe Harry y Chelsy Davy terminase, ambos han querido conservar la amistad y siguen siendo amigos. Es más, en la boda de Harry y Meghan, Davy estuvo presente y llegó a salir con uno de los mejores amigos de Meghan Markle. 

Príncipe Guillermo, príncipe Harry y Carlos III

Príncipe Guillermo, príncipe Harry y Carlos III en el décimo aniversario de la muerte de Diana de Gales 

GTRES

Harry sostiene que la prensa ha condicionado su vida personal

El hermano del príncipe Guillermo mantiene que la constante invasión de la prensa en su intimidad ha sido algo negativo en su vida y le ha afectado a su salud mental. Por eso se ha vuelto tan desconfiado con respecto a los amigos o incluso que le costaba poder empezar una relación. Al sentir tanta presión por parte de los medios sobre cómo gestionaba su vida se ha llegado a ser forzado a ejercer el papel que la prensa había determinado que tenía que ser. 

“Empiezas como un lienzo en blanco mientras ellos [la prensa] averiguan el tipo de que persona eres y el tipo de problemas y tentaciones que puedes tener. Es ahí donde empiezan a encaminarte hacia aquel papel o papeles que más les convienen y más periódicos venden, máxime cuando eres el 'repuesto' del príncipe heredero. Entonces eres el príncipe mujeriego, 'el fracasado', el que abandona los estudios, o, en mi caso, 'el zoquete', el 'tramposo', el 'bebedor menor de edad', el ‘drogadicto irresponsable’ y la lista continúa. De adolescente y a los veintipocos años, acabé sintiéndome como si estuviese haciendo honor a muchos de los titulares y estereotipos que querían adjudicarme, principalmente porque pensaba que, si ya publicaban esa basura sobre mí y la gente se la creía, entonces yo también podía ‘cometer el delito’, por así decirlo. Era una espiral descendente en la que los tabloides trataban constantemente de engatusarme a mí, un joven ‘dañado’, para que cometiese alguna estupidez que diera para una buena historia y vendiese muchos periódicos. Pensándolo ahora, ese comportamiento por su parte ha sido totalmente infame”, declaraba en su testimonio. 

“Si bien también informaban, por supuesto, con respecto a los éxitos de mi vida, me parecía que disfrutaban muchísimo más derribándome una vez tras otra", concluía.

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