Argentina ha sido el destino de vacaciones por excelencia de la familia real holandesa, una tradición que se vieron obligados a cancelar en los últimos dos años a consecuencia de la pandemia pero que, al fin, han podido retomar. Cada año, Máxima de Holanda (51 años) aprovecha la Navidad para viajar a su país de origen junto a su marido y sus tres hijas en busca del buen tiempo, y de paso visitar a toda su familia.

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Guillermo Máxima Amalia, Alexia y Ariane

Aunque se trata de un viaje privado, los medios argentinos han celebrado la reciente visita de la monarca y toda su familia. Tal y como ha trascendido, Máxima visitó la Patagonia Argentina y aunque intentó pasar por una turista más no lo consiguió. La familia al completo se instaló en el camping mapuche Relmu Lafken de Villa Mascardi, ubicado en el parque nacional Nahuel Huapi, al sur de Bariloche. Un destino muy solicitado para los amantes de la naturaleza y el bienestar, ya que se encuentra muy cerca de la playa y también tiene un fácil acceso a la montaña.

Patricia Montenegro, una de las encargadas del lugar, admitió a diferentes medios locales que aunque tanto los reyes como sus hijas intentaron pasar desapercibidos, fue imposible y Máxima no dudó en compartir tiempo con los turistas que le reclamaban atención. Para Patricia es un "sueño" que la monarca haya visitado el camping.

Familia real Holanda

Los Reyes de Holanda posan junto a sus tres hijas

GTRES

Es habitual que Máxima se decante por la Patagonia cada vez que viaja a Argentina, pero generalmente se instala en Villa La Angostura, ya que su hermano, Martín Zorreguieta, reside allí. A pesar de la distancia que les separa, la monarca mantiene una relación muy cercana con toda su familia, y no ha dudado en traspasar algunas de sus tradiciones favoritas a sus hijas, como la de comer asado o hablar español de manera habitual.

Máxima de Holanda despide un año muy difícil para su hija Amalia

Este año ha sido especialmente complicado para la princesa Amalia (19 años). La primogénita de los reyes ha estado bajo extrema vigilancia en su primer año de universidad al ser víctima de varias amenazas. Así, la joven se vio obligada a vivir recluida en el palacio Huis Ten Bosch, una situación muy difícil para todos que provocó que todos sus movimientos se vieran reducidos al máximo.

Así, esta salida al extranjero también ha sido muy sanadora para la joven quien en los próximos días tendrá que retomar las clases en la Universidad de Ámsterdam donde estudia Política, Psicología, Derecho y Económicas.