Besos apasionados y lloros incontrolables: los 4 momentos icónicos de la proclamación de los reyes Federico y Mary de Dinamarca

Federico X ya es Rey de Dinamarca. Copenhague se ha echado a la calle para celebrar por todo lo alto el cambio de trono, un hito histórico que marca un antes y un después y que da comienzo este 14 de enero a una monarquía renovada.

Tal y como ya adelantó la Casa Real, ha sido un acto solemne y austero en el que los nuevos reyes han acaparado todo el protagonismo. Una monarquía que en el país danés es incuestionable a pesar de los escándalos que han salpicado a Federico en los últimos meses. 

A pesar de su brevedad, el acto nos ha dejado varios momentos para el recuerdo. De las lágrimas incontrolables de la reina Margarita cuando le ha cedido su puesto a su primogénito al apasionado beso de Federico y Mary a ojos del mundo. ¡Te lo contamos todo!

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Las lágrimas desconsoladas de la reina Margarita

Para la reina Margarita el de hoy ha sido un día agridulce. La soberana ha hecho su último paseo en carruaje por las calles de Copenhague repletas de gente que aclamaba su nombre. En el Castillo de Christianborg ha tenido lugar la firma de la abdicación de la soberada, un acto solemne y muy emocionante en el que doña Margarita no ha podido evitar derrumbarse antes de abandonar la sala. Con una mirada orgullosa, la Reina le cedía el lugar a su primogénito y se despedía con un significativo: "Dios salve al Rey".

Para la ocasión, la soberana se ha decantado por un dos piezas en color burdeos. Un elegante estilismo con el que doña Margarita ha querido hacer un guiño a la bandera nacional. 

El apasionado beso de Federico y Mary de Dinamarca

La proclamación de Federico X ha estado marcada de alguna manera por el reciente escándalo que protagonizó por sus imágenes con Genoveva Casanova por Madrid. Hoy, el matrimonio real zanjaba los rumores de crisis entre ellos al fundirse en un apasionado beso a ojos del mundo. Gesto que ha sido recibido por las cientos de personas que se agolpaban a las puertas del Castillo de Christianborg con una gran ovación. 

La imagen de emoción y felicidad de la pareja hablaba por sí sola. Están unidos (al menos públicamente) para hacer frente a un reinado que promete dar mucho qué hablar. 

Feederico y Mary de Dinamarca se funden en un apasionado beso

Mary Donaldson no defrauda con un vestido blanco y joyas de gran valor

Otro de los momentos que merece la pena destacar de este día histórico ha sido la primera aparición pública de Mary Donaldson como Reina de Dinamarca. La australiana abandonaba el palacio junto a su marido, instante en el que ha dejado al descubierto el estilismo que ha escogido para este día tan especial. 

Siguiendo la estela de otras reinas como Letizia, Matilde o, más recientemente, Camilla Parker, Mary se ha decantado por un impecable diseño de color blanco con el que ha acaparado buena parte del protagonismo. Se trata de un diseño de cuerpo ajustado y escote cascada creado por Soeren Le Schmidt, el mismo diseñador que la vistió para su boda con Federico en 2004. 

Respecto a las joyas, Mary se ha vuelto a decantar por varias piezas del juego de diamantes y rubíes que la reina Ingrid, abuela de Federico, dejó en herencia a la mujer de su nieto. Aunque no pudo conocerla, ya que la monarca falleció en el año 2000, la australiana lo ha llevado en infinidad de ocasiones. Hoy, concretamente los pendientes, un broche y varios adornos para el pelo. 

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El significativo discurso de Federico de Dinamarca

El pueblo danés se ha volcado en la proclamación de Federico X como Rey de Dinamarca, una acogida que ha hecho llorar al nuevo Rey en varios momentos. Hasta tres veces ha salido Federico a saludar en el balcón del Castillo de Christianborg, escenario en el que ha dado su primer discurso como monarca, alegato en el que ha hecho referencia a su madre y a su mujer. 

"Hoy el trono continúa. Mi esperanza es convertirme en el Rey del mañana. Es una tarea que he estado abordando toda mi vida. Es una responsabilidad que asumo con respeto, orgullo y gran alegría. Es un hecho que haré lo mejor que pueda y llevaré a través de la confianza que encuentro", se despedía ante los aplausos de los daneses. 

"Voy a necesitar todo el apoyo que pueda conseguir. De mi amada esposa, de mi familia, de vosotros... Me enfrento al futuro sabiendo que no estoy solo. Unidos, obligado, al Reino de Dinamarca", ha concluido con las lágrimas en los ojos. Toda una declaración de intenciones con la que llega al trono confiado en que el pueblo le apoyará en esta etapa tan importante para él y su familia.