Eva San Martín, experta en gatos: “Son capaces de reducir nuestro ritmo cardíaco y la presión arterial, por lo que pueden alargarnos la vida”

¿Los gatos nos quieren? ¿Es cierto que pueden reducir nuestro estrés? ¿Y eso de que su ronroneo nos calma el corazón? Hablamos con Eva San Martín, una de las mayores expertas en gatos de toda España, para conocer los secretos de los gatos y cómo mejoran nuestras vidas según la ciencia

Celia Pérez
Celia Pérez León

Periodista especializada en lifestyle y cultura

gatos
Fotografía cedida por Eva San Martín

Si hay en España alguien que sepa sobre gatos, esa es Eva San Martín, que ha sido la primera española acreditada como experta en comportamiento felino por International Cat Care. Su misión, como nos explica en esta entrevista que concede a Lecturas, es ayudar “ayudo a aquellos quienes viven con gatos a entenderlos, a hacerlos felices y a resolver sus problemas de comportamiento”.

Además de ser toda una eminencia en el comportamiento gatuno, ha publicado con Planeta su primer libro Al gato lo que es del gato, en el que revela lo que necesitan para ser felices a nuestro lado. Pero en esta ocasión hemos contactado con ella para preguntarle justamente lo contrario. ¿Cómo impactan los gatos en nuestra vida? ¿Es verdad que su ronroneo calma nuestro corazón? ¿Pueden hacernos felices nuestros compañeros felinos? A todas estas preguntas, y otras muchas más, responde Eva San Martín en esta entrevista.

Los gatos nos hacen felices

¿Convivir con una mascota en general, y con un gato en particular tiene un impacto positivo en nuestro bienestar?

Sí, desde luego que los gatos. Como te he adelantado, los gatos nos quieren y nosotros queremos muchísimo a nuestros gatos, de eso no me cabe ninguna duda, aunque a veces nos cueste entenderlos. Y desde luego tener cerca a un gato, como yo ahora mismo tengo aquí a mi gato Cabo ronroneándome cerca, nos ayuda a ser más felices.

Los gatos son compañeros peludos miauravillosos. Sinceramente, son muy divertidos, además, y creo que si aprendemos a cuidarlos y a convivir con ellos como ellos merecen y necesitan, son unos compañeros de vida fantásticos. En cuanto al bienestar sí, sabemos que los gatos tienen algunos poderes gatunos inesperados. Sabemos según la ciencia que estos animales, estos amigos ronroneantes que duermen con nosotros enroscaditos en la cama, son capaces de reducir nuestro ritmo cardíaco y de bajar nuestra presión arterial, dos factores que sabemos que reducen el riesgo de padecer una insuficiencia cardíaca y que por lo tanto pueden alargarnos la vida. Y sí, por si fuera poco, tener cerca a nuestros gatos también nos ayuda a vivir de un modo más relajado y con menos estrés.

A nivel personal esto es mi día a día. Muchas veces cuando estoy trabajando tengo a mis gatitos bien en el regazo o bien apoyados en su manita, con su cabeza encima de mi mano, mientras que tecleo, y es verdad, tecleo más despacio, pero también seguramente con mucho más amor. Nos ayudan a vivir de un modo más relajado, con menos estrés. Ahora bien, para disfrutar de todos estos superpoderes gatunos saludables tenemos que quererlos y cuidarlos como merecen. Si no, lógicamente carecen de este efecto, así que es muy importante que aprendamos a quererlos como ellos merecen.

gatomimos
iStock

¿Cómo describirías el vínculo típico entre un ser humano y su gato?

Sobre el vínculo, a mí me gusta llamarlo amor, porque creo que hay que empezar a maullar alto y claro de forma que todo el mundo entendamos. Porque es que los gatos nos quieren, y los gatos no son ni ariscos, ni rencorosos, ni tan independientes como los pintan. Estas ideas tan extendidas sobre los gatos son falsas, agua pasada, y tienen que ver más con el puro desconocimiento de la naturaleza y de la psicología felina que con la realidad.

La ciencia del comportamiento felino está inmersa ahora mismo en una auténtica revolución de conocimiento y nos demuestra que la vida emocional y social de nuestros gatos es bastante más rica que un puñado de mitos, es más complicada. Y también nos confirma algo que quienes vivimos con un bigotudo o con varios (yo vivo con mis siete gatitos felices, mimados, adoptados y rescatados) ya sospechábamos: que los gatos nos quieren, y mucho.

Hay un estudio fantástico al respecto y sabemos que cuando nos damos a elegir entre su juguete favorito, su latita de atún preferida o nuestra mano, la inmensa mayoría de las veces nos eligen a nosotros. También son capaces de sentir apego por seguridad, algo que creíamos que era exclusivo de los bebés o de los perros. Pues no. Los gatos también acuden a nosotros para sentirse seguros y por el confort que les proporcionamos.

El ronroneo y el corazón

Hemos adelantado un poco antes, pero ¿qué significa el ronroneo de los gatos? ¿Y cómo nos afecta a nosotros?  

Los gatos tienen un lenguaje propio para expresarnos sus emociones, para expresarnos cómo se sienten y también para comunicarnos cosas importantes, como, por ejemplo, a través del maullido. Pero si hablamos del ronroneo, no podemos negar que es uno de los sonidos gatunos más reconocibles, pero también uno de los más misteriosos.

Lo que sí que sabemos del ronroneo (que es este sonido burbujeante, como de un motor peludo al ralentí), es que se trata de un sonido rítmico, un sonido que somos capaces de escuchar, una vibración que escuchamos cuando nuestro gato inhala y exhala. Es decir, es casi una respiración circular, que es lo que le da esta cadencia que tanto nos gusta. Pero también sabemos, además, que el ronroneo de nuestros gatos tiene unas frecuencias muy bajas.

Sabemos que es el sonido con las frecuencias más bajas que generan nuestros gatos y también uno de los sonidos más bajos del mundo animal. Cuando el ronroneo brota de su adorable cuerpo peludo lo hace a unas frecuencias que rondan entre los 25 y los 150 hercios. Son frecuencias muy bajas.

Todo esto hace que nos siente muy bien y que nos guste. Cualquiera que viva con gatos y como es en mi caso, sabemos que es algo realmente maravilloso. Y lo más importante, sabemos también que el ronroneo es uno de los primeros sonidos que son capaces de hacer los gatos. Los utilizan para comunicarse con su madre, cuando todavía ni siquiera son capaces de maullar. Y, por lo tanto, sabemos que este ronroneo es un sonido plácido, un sonido que utilizan cuando están con su madre o con sus hermanos, un sonido muy bonito. Y lo que nos tiene que importar a quienes vivimos con ellos es que el ronroneo es el lenguaje del amor gatuno. Si tenemos cerca un gato que nos está ronroneando, podemos estar seguros de que tenemos cerca un gato feliz. Y creo que ese es el mejor regalo que podemos darnos. Hacer felices a nuestros gatos y tener cerca un gatito feliz.

¿Tu gato te entiende?

gatodurmiendo
iStock

¿Es cierto que los gatos actúan de forma diferente con nosotros según nuestro estado emocional?

Bueno, esto también es bastante revolucionario, porque hasta no hace mucho los gatos han arrastrado esta fama de ariscos, independientes, incapaces de querernos… Por suerte, ya hemos desmontado todo esto, y vamos a maullar alto, porque claro que los gatos nos quieren. Y sí, es cierto, los gatos son muy buenos en leer nuestras emociones.

Sabemos que 8 de cada 10 gatos nos mira en busca de consejo emocional. Es decir, que ellos son capaces de interpretar, de leer nuestras emociones en la mirada, en nuestro lenguaje corporal, y son capaces de reconocer las emociones humanas. Por eso les gusta que les hablemos con una voz dulce, suave, que juguemos con ellos, ¿verdad? Y todo lo contrario a esto, no les gusta tanto. Que gritemos, por ejemplo, que no nos gusta a nadie y tampoco a ellos.

Hay un estudio fantástico de la Universidad de Oregón gracias al cual sabemos que, por ejemplo, si colocamos en una sala desconocida un ventilador, que ya de por sí es algo que da mucho miedo a los gatos, y le colocamos unas tiras de papel y lo activamos, nuestros gatos lógicamente, se va a asustar. Pero sabemos que cuando nosotros, sus humanos, les hablamos con calma y les decimos que no tienen por qué tener miedo de este ventilador, los gatos se acercan más al ventilador de lo que eran capaces de acercarse por ellos mismos.

Entonces, sí, desde luego los gatos actúan e interaccionan también más con las personas que interaccionamos más con ellos.

¿Hay alguna historia personal o caso concreto que te haya conmovido sobre cómo un gato transformó la vida de alguien?

Todos los gatos transforman nuestras vidas. Desde el momento en el que entra un gato en nuestra casa, creo que transforma nuestra vida. Mi vida se transformó, se puso patas arriba, si quieres, con la llegada de mi primer gato, mi Cooper.

Realmente era un gatito de apenas mes y medio, lleno de pulgas y de miedo. Lo rescaté de debajo de un coche, me lo llevé a casa sin saber muy bien qué hacer con él. Ojalá hubiera sabido, hubiera tenido alguien que me hubiera podido explicar todo lo que sé ahora, ¿verdad? Pero desde luego transformó mi vida, hasta el punto de que me he convertido en la primera española acreditada como experta en comportamiento felino por International Cat Club.

Tengo mi propia consulta de comportamiento felino, hasta ese punto de darme cuenta de que no estábamos entendiendo nada o muy mal a nuestros gatos y que se merecen ser felices. Todo aquello que estábamos escuchando, que yo escuchaba, no tiene nada que ver con esta preciosa bolita de pelo que ha llegado a mi vida. Trabajo con cientos de clientes, me gusta llamarlo a veces también alumnos humanos, al año con sus gatos y creo que cada una de estas vidas implica una transformación.

Todos estos gatos creo que han transformado estas vidas de alguna forma. Creo que no hay ningún regalo más bonito, si me permites, que lograr la amistad de un gato.

Gatos felices, personas felices

gatos
iStock

¿Qué consejo darías a alguien que está pensando en adoptar un gato después de leer esta entrevista?

Vivir con un gato es algo míauravilloso. Y adoptar a dos gatos todavía mejor, ¿no? Siempre es mejor adoptar a dos, sobre todo si son cachorritos. Se hacen compañía, es mucho más fácil, porque van a jugar juntos, en fin. Pero siempre cuando adoptamos un gato, como cuando adoptamos cualquier otro ser vivo, siempre hay que hacerlo de una forma responsable.

Lógicamente, vivir con un gato nos va a hacer muy felices. Yo creo que me río desde que me levanto hasta que me acuesto, creo que los gatos son una compañía fantástica, como hemos comentado, pero no deberíamos adoptar un gato, ni un perro, ni ningún otro animal, con el objetivo de que nos vayan a hacer felices a nosotros en exclusiva.

Todas las adopciones tienen que ser responsables, tenemos que informarnos, tenemos que buscar ayuda profesional, podemos solicitar una consulta de comportamiento felino para que nos ayude, podemos comprarnos un libro tan míauravilloso como Al gato lo que es del gato, para tener todas las claves de qué nos dice nuestro gato, qué necesita para ser feliz, cómo jugar con mi gato. Es decir, adopciones sí, pero responsables.

Una vez que tengamos un gato feliz, nosotros nos vamos a beneficiar de todo aquello que implica tener un gato feliz. Pero siempre el bienestar emocional debe ser en los dos sentidos, y creo que nosotros, como cuidadores, como guardianes de nuestros gatitos, tenemos que preocuparnos por que sean felices.

Y para acabar, ¿cómo podemos nosotros mejorar el bienestar de nuestros gatos?

Desde luego, lo primero es entender que los gatos nos quieren y que ninguno de los comportamientos que puedan hacer surjen del rencor ni porque estén enfadados. Si hay algún comportamiento, alguna conducta de nuestros gatos que no estamos entendiendo, que no nos gusta, hay que saber que los gatos aprenden, que a los gatos los podemos educar y hay que buscar ayuda profesional acreditada. Todos los problemas de comportamiento y de conducta se solucionan, todos y cada uno de ellos. Por lo tanto, vamos a ayudarles a que tengamos una vida juntos y felices.

Otro consejo muy importante, hay que aprender a hablar gato. Los gatos tienen un lenguaje propio para comunicarnos sus emociones y lo qué necesitan, y lo hacen sobre todo a través de maullidos. Pero, además, los gatos tienen un idioma más sutil para expresarnos sus emociones, el lenguaje de su cuerpo, y para ello usan tanto su cola como sus orejas, hasta la posición de sus bigotes.

Otro consejo importantísimo para hacerlos felices es gatificar nuestras casas. Gatificar no es otra cosa que diseñar una casa que no solamente sea para humanos, sino que también permita a nuestros gatos sentirse seguros y felices. Es decir, crear espacios en los que tengan aquello que necesitan, y donde puedan comportarse como necesitan comportarse. Necesitamos colocar árboles gatunos en casa, es decir, un sitio alto al que trepar y donde poder dormir a pata suelta, rascadores robustos que aguanten las felices embestidas de sus uñas sin tambalearse. Nuestro gato necesita cama propia y sitios pequeños como cajas de cartón, túneles, cuevitas, donde pueda ocultarse y descansar cuando quiere tranquilidad.

Habrá que colocar un arenero, o mejor, más de un arenero en casa y limpiarlo mucho. Jugar con nuestros gatos, porque para los gatos el juego no es un lujo y el juego es tan importante como todo lo que hemos comentado ahora.

La salud física de nuestros gatos es diferente que la salud emocional y son dos caminos que transcurren en paralelo. Quiero decir que cuidar de la salud física de nuestros gatos, ir al veterinario es tan importante como acudir a un psicólogo o a una psicóloga felina cuando lo necesitamos.