30 años de la boda de Rania y Abdalá de Jordania: de su vestido espectacular a su peinado con percance

Rania y Abdalá de Jordania celebran 30 años de una boda que tuvo lugar cuando ni ellos se imaginaban que seis años después se convertirían en reyes. Un día repleto de anécdotas

Helena Arriaza
Helena Arriaza

Redactora digital de Lecturas

Rania de Jordania boda

Rania y Abdalá de Jordania.

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En menos de tres meses, Rania de Jordania (52 años) ha visto cómo dos de sus hijos han celebrado sus bodas. El pasado mes de marzo, fue su hija Iman la que se casó con Jameel Alexander Thermiotis. Hace tan solo unos días, fue su hijo el heredero Hussein de Jordania el que contrajo matrimonio con Rajwa Al Saif. Oportunidades para ver a una Rania impecable, elegante, dando una vez más toda una lección de estilo. Pero de la boda que toca hablar ahora, es de la de ella. Porque este 10 de junio se celebran 30 años de su enlace con Abdalá (61 años).

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Rania de Jordania

Rania de Jordania y el por entonces príncipe Abdalá contrajeron matrimonio hace tres décadas, tan solo seis meses después de empezar su romance, en una boda en la que sucedieron varias anécdotas que todavía hoy se recuerdan. Un enlace que confirmó a Rania, que por aquel entonces tenía 22 años, como la reina de la elegancia. Fue una boda de príncipes, porque por aquel entonces no se pensaba en ellos como herederos. Nadie imaginaba que el padre de Abdalá le nombraría años más tarde a él como su sucesor. Poco antes de morir, así lo dejó dicho y fue cuando ya llevaban seis años casados cuando se enteraron de que pasarían a ser reyes. Así que su boda apenas tuvo repercusión mediática. Pese a esto, no faltaron los momentos destacados.

El emblemático lugar en el que se celebró la boda de Rania de Jordania y Abdalá

Rania de Jordania y Abdalá eligieron para su boda un lugar con mucho significado. La pareja contrajo matrimonio en el palacio Zahran, ubicado en Amán. Fue allí donde 15 años antes se celebró la boda del rey Hussein con su cuarta mujer, Noor de Jordania. Así que los por entonces príncipes, siguieron la tradición familiar. Mismo lugar en el que hace tan solo unos días, su hijo Hussein se casó con Rajwa.

El espectacular vestido de novia de Rania de Jordania

Desde que se dio a conocer, la elegancia de Rania de Jordania fue muy destacada. De ahí que hubiese tantísima expectación por su vestido de novia. La futura princesa, eligió a Bruce Oldfield como diseñador de su vestido nupcial. Una creación con la que lució elegante y original gracias a detalles como su chaquetilla de manga corta, a los bordados en color dorado presentes en las mangas, las solapas, el bajo de la voluminosa falda, y al cinturón con el que afinó su cintura. Un cinturón que le prestó a su hija Iman hace unos meses para la fiesta previa al enlace de la joven.

Boda Rania y Abdalá

Rania de Jordania y Abdalá en su boda.

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Este no fue el único vestido que Rania de Jordania llevó el día de su boda. Lo de cambiarse de vestido de novia está muy de moda en la actualidad, pero fue algo que ella hizo hace 30 años. Para el banquete posterior, llevó otra creación del mismo diseñador.

El percance de Rania de Jordania con el peinado de novia

En el momento no se notó nada, pero años más tarde, el diseñador del vestido de novia de Rania de Jordania reveló un percance que sufrió en el gran día. Para la ocasión, la mujer que estaba a punto de convertirse en princesa se decantó por un moño alto de bailarina sobre el que colocó su velo. Un peinado que le jugó una mala pasada porque cuando fue a entrar en el coche, se dio cuenta de que no cabía. Además, como le pilló un día de viento, le fue complicado controlar el movimiento de su velo. Pero no consiguió que estos imprevistos empañaran ni su imagen, ni el gran día.

Los detalles que diferenciaron la boda de Rania y Abdalá de Jordania

Pese a no ser una boda de herederos, hubo detalles que indicaban que se trataba de una boda de príncipes. Entre ellos, que Rania y Abdalá de Jordania recorrieron en coche las calles de Amán y después llevaron a cabo un besamanos durante el que saludaron a todos los invitados. Asistentes que pudieron disfrutar de una tarta de siete pisos, uno de los detalles que más llamó la atención d este enlace. Tampoco faltaron los fuegos artificiales, uno de esos lujos con el que pusieron el broche a un día para el recuerdo.

Un día en el que todavía nada hacia presagiar que seis años después, Rania y Abdalá se convertirían en reyes de Jordania. Probablemente, de haberse sabido, su enlace hubiera sido más sonado, más mediático e incluso más ostentoso. Lo que está claro es que, desde ese día, Rania ya se afianzó como reina del estilo y de la elegancia, y que derrochó amor hacia su marido, con el que hoy en día sigue de lo más feliz, disfrutando de momentos tan señalados como las recientes bodas de dos de sus hijos.

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