Carmen Porter confiesa la peor experiencia de su vida: fue secuestrada

23 de noviembre de 2017, 13:34

Ha sido un acto de valentía y sinceridad. Pensábamos que lo sabíamos todo de Carmen Porter pero la realidad iba por otro lado. La presentadora había narrado, hasta ahora, aspectos de su vida, sobre su relación con Iker Jiménez o cómo combinan familia y trabajo, no obstante había silenciado un duro trauma que le ha marcado desde que era pequeña. Ahora, se ha atrevido a sincerarse en una entrevista. Resulta que Porter fue secuestrada cuando era pequeña...

Es consciente que su forma de criar a su hija está marcada por lo que vivió cuando era pequeña. Carmen Porter ha querido narrar el aspecto más duro de su vida en una entrevista a la revista TP. Una experiencia sobrecogedora de la que, por suerte, pudo salir ilesa. “Era muy miedosa con todo”, ha explicado la presentadora. Algo que no nos extraña, viendo a lo que tuvo que estar expuesta cuando tenía tan solo dos años.

“De pequeña, con dos años, intentaron secuestrarme”, ha explicado la presentadora. “Iba con mi madre embarazada por la calle Goya. Un señor me cogió de la silla y se me llevó corriendo. Y gracias a dos chicos jóvenes que oyeron los gritos de mi madre y le persiguieron”. Porter pudo salvarse de aquel secuestro, aunque quedó marcado en su consciencia. “Me lanzó y desapareció”. Después de eso, no resulta descabellado que Porter haya desarrollado un papel de madraza protectora con su propia descendencia.

Puede que por eso, la presentadora se crió siendo una niña muy miedosa, aunque pronto le cogió el gusto por lo paranormal. “Mi madre siempre me dice que nunca se hubiera imaginado que me dedicara a la investigación de fenómenos paranormales”, ha declarado en la entrevista. Pero vamos, anda que no ha conseguido triunfar en su trabajo. Junto con Iker Jiménez forman el matrimonio más experto en actividades sobrenaturales de todo el país.

Su relación con el presentador, al que conoce desde hace más de veinte años, sigue tan sólida como siempre. Un extremo nada sencillo cuando, además de compartir vida, también trabajan codo con codo. ¿Cómo conseguirán arreglarse y desconectar? Eso sí que es un fenómeno sin explicación...