Britney Spears, emocionada, se pronuncia sobre su divorcio con Sam Asghari: "No podía soportar más dolor"

La vida de Britney Spears (41 años) lleva mucho tiempo en el centro del foco mediático. Las polémicas y rumores la han rodeado desde hace mucho tiempo, a lo que se sumó la férrea tutela legal por parte de su padre, James, que llegó a controlar todos los aspectos de la vida de la icónica cantante. Esta vez Britney ha vuelto a estar en el punto de mira por sus declaraciones sobre el fin de su matrimonio con Sam Asghari.

El 9 de junio de 2022, Britney y Sam se dieron el 'sí quiero' en su residencia de Los Ángeles. A pesar de la sonada irrupción de su exmarido, Alexander, y la ausencia de sus hijos, Sean Preston (17) y Jayden James (16), todo parecía indicar que la pareja empezaba una nueva etapa llena de amor y complicidad. Esta boda llegaba después de que Britney recuperara su libertad tras el control de su padre durante más de una década.

No obstante, 14 meses después de la ceremonia, la artista se ha divorciado de su marido y ha querido compartir unas sentidas palabras con sus seguidores sobre cómo está llevando la situación. “Como todo el mundo sabe, Sam y yo ya no estamos juntos. Seis años de relación es mucho tiempo y aún estoy un poco sorprendida", comienza la cantante en su último post. En él, la vemos bailando, con energía y la mirada firme, aunque algo emocionada.

"No estoy aquí para explicar los motivos de nuestra separación, porque, honestamente, no es asunto de nadie, pero no podía soportar más tanto dolor”, confiesa. Y es que, al parecer, la relación con Sam no habría sido tan idílica como aparentaba y eso habría hecho sufrir a la cantante. Algo que habría paliado ese dolor son los mensajes de sus amigos y seguidores que agradece profundamente.

Britney Spears reprocha la falta de apoyo de su familia

Justo después, la cantante de 'Oops I did it again' iba un paso más allá y quería evidenciar que no todo lo que aparece en redes sociales es la realidad. "Mi Instagram puede parecer perfecto, pero está lejos de la realidad y creo que todos lo sabemos. ¡Me encantaría mostrar mis emociones sobre cómo me siento realmente, pero por alguna razón siempre he tenido que ocultar mis debilidades", ha contado, muy sincera. 

También ha tenido palabras para su familia, a la que reprocha su falta de apoyo. "Me enviarían a lugares para que los médicos me arreglen. ¡Pero ahí es cuando más necesitaba a la familia! Se supone que te tienen que amar incondicionalmente, no bajo condiciones", se queja Britney.

La mala relación de la artista con su padre y otros familiares no es ningún secreto: Britney estuvo más de una década sometida a la tutela legal de su padre, el cual aseguraba era para protegerla. En la práctica se tradujo con un control sobre las finanzas, trabajo y vida de la cantante. A pesar de ello, la princesa del pop está más que dispuesta a seguir adelante: "Seré tan fuerte como pueda y daré lo mejor de mi. En realidad, lo estoy haciendo bastante bien". Terminaba su largo mensaje deseando un feliz día a sus seguidores.

La ruptura de Britney Spears y Sam Asghari

Aunque ninguno de los dos ha dado detalles sobre cuáles han sido los motivos de la ruptura, el medio TMZ señaló que todo habría sido a partir de una fuerte discusión. Sam habría acusado a Britney de haberle sido infiel con un empleado doméstico y, justo después, él habría abandonado la casa de ambos. En el mismo medio se recogió el testimonio del entrenador personal de la pareja que aseguró haber visto como la artista golpeaba a su marido mientras dormía, llegándole a dejar un ojo morado.

Sea como fuere, la decisión estaba tomada: su matrimonio debía llegar a su fin. Ambos estuvieron de acuerdo en pedir el divorcio y, además, Asghari habría solicitado al Tribunal Superior del Condado de Los Ángeles que Spears le pagara una manutención conyugal y los honorarios de los abogados, según la revista People. A esto se suma que querría modificar algunos puntos del acuerdo prenupcial que firmaron, referentes a las propiedades y bienes comunes. La razón es que ese acuerdo apuntaba que Sam no tendría derecho al dinero de la intérprete de 'Baby one more time'  había ganado en los años previos a su matrimonio.