"Quien siembra vientos recoge tempestades”. Antonio David es así de claro al hablar de su ex, Rocío Carrasco. Por primera vez desde que, hace dos años, su hija Rocío se alejó de su madre para vivir con él, Antonio David se sincera en Lecturas sobre cómo fue su vida junto a Rocío, sobre la relación que esta mantiene con su familia, y sobre la influencia que Fidel Albiac ha ejercido en ella. Nada de lo que está ocurriendo le sorprende.
Echemos la vista atrás. ¿Cómo era la Rocío de la que te enamoraste y con quien te casaste en 1996?
Pues me enamoré de una Rocío con 18 años, con muchas ganas de vivir, de disfrutar de la vida, de disfrutar de la libertad que nunca tuvo. Me enamoró su alegría, su generosidad, su ingenuidad, el brillo de sus ojos, que ya no es el mismo desde hace 15 años.
¿Cómo era en aquellos años la relación de Rocío con su familia?
Mientras Rocío fue mi mujer siempre me habló del respeto, el cariño y la cercanía que veía en mi relación con mis hermanos y con mis padres. Era algo que apreciaba mucho y que a la vez añoraba. Le hice entender que no podía vivir con rencor hacia su familia. Ese rencor es debido a su carácter autoritario, a la rebeldía de hija consentida. Le decía siempre que sería más feliz en la vida disfrutando de su familia y teniéndola cerca. Su relación con Rosa y Amador era cercana ya que trabajaban con su madre y estaban continuamente en la casa. Con Chayo nunca se entendió. Rocío le tenía celos porque Chayo tiene la sangre de artista que a ella le falta. A pesar de ello, parece que hoy por hoy es con la única de la familia que tiene trato.
¿Recuerdas enfrentamientos familiares?
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