Ana Peleteiro (27 años) es, como ella misma expone en su perfil de Instagram, mamá y medallista olímpica. Ha representado a España, en la prueba de triple salto, en citas tan importantes como los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Sin embargo, este jueves tuvo una tarea diferente a las que se enfrenta normalmente. Recorrió, de nuevo, el camino que habitualmente hacía desde el colegio hasta su casa. La atleta ha sido la protagonista de la última entrega de 'Camino a casa', programa en el que Albert Espinosa acompaña a sus invitados a un peculiar viaje al pasado, uno marcado por su adopción, por el bullying que sufrió en el instituto y por los hobbies que practicó.

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En su infancia y su adolescencia ya estaba presente el atletismo, y está convencida de que fue lo que le saltó. "Con el carácter que tengo, si hubiera dejado el atletismo habría hecho cosas mucho peores", ha reconocido. Asegura que era un poco macarrilla. "Yo estaba hasta el moño y entiendo que ellos estuvieran hasta el moño de mí, porque estaba aquí todas las semanas", ha confesado ante una antigua profesora y la orientadora del centro, por la que, reconoce, no se dejó aconsejar demasiado.

Protagonizó una pelea "a puñetazos", una que pudo deberse a que Ana estaba a la defensiva. "Tuve suerte de no meterme en cosas chungas, porque con mi carácter en el instituto podría haber sido lo que soy o dejar el atletismo y meterme en cosas...", ha confesado. Su familia siempre estaba detrás. "Ella hablaba muchas veces de su abuela", ha comentado la orientadora. Lo cierto es que la atleta sufría bullying por ser negra

Ana Peleteiro
Atresmedia

"Aquí no tengo las mismas memorias", ha dicho al llegar al instituto en el que estudió "Esto fue un cambio muy grande porque pasé de un colegio pequeño, familiar, a una clase de 32 personas en la que había gente de otros colegios. Ahí fue cuando sufrí un poco de bullying. No digo bullying porque yo me defendía en todo momento, pero tuve que pelearme varias veces. Mi padre se pasaba todo el día en la jefatura de estudios, la verdad", ha recordado.

El consejo que su padre le dio ante el bullying

Su padre la acompañó una y otra vez a la jefatura de estudios, pero su postura no cambió. "Él siempre me decía: 'Defiéndete, hija, como si tengo que venir aquí todos los días de la semana'", ha recordado. El hombre tenía que ver cómo su hija fue víctima por primera vez de insultos raciales. "Fue la primera vez en mi vida que me llamaron 'negra de mierda'. Por eso, tuve que estar a la defensiva siempre. Pasé de un colegio en el que estaba muy feliz, a empezar a tener peleas, discusiones, tener que defenderme...", ha relatado. De ahí nacieron las numerosas discusiones y peleas que marcaron su adolescencia.

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"No recuerdo este instituto con la mejor de las memorias. Pasé muy malos momentos, pero bueno, es una etapa ya pasada", ha reconocido. "Negro no es un insulto, es el hecho de decirle de forma despectiva, el querer hacerme de menos", ha dicho para después relatar cómo se sintió en aquellos momentos. "Me faltaban puntos de ayuda y soporte para defenderme mejor. Ahora esa gente tiene que estar pensando 'yo le pegué a esta niña de pequeña y mira ahora dónde está'. El tiempo pone a cada uno en su sitio". Por suerte, y como bien apunta Albert Espinosa, Ana Peleteiro es "una luchadora" que consiguió sobreponerse a esto.