Ana Boyer toma una firme decisión tras el aterrador bombardeo en Catar, a escasos kilómetros de su casa

La guerra que se ha desatado en Oriente Medio está teniendo consecuencias terribles en todo el mundo. Una situación trágica y aterradora que ha generado una enorme preocupación dentro y fuera de todos los países implicados. Hace apenas unos días, Irán bombardeaba una base estadounidense en Catar, país en el que reside desde hace una década Ana Boyer (36 años) y su marido Fernando Verdasco (41 años) con sus tres hijos: Miguel, Mateo y Martín.

Afortunadamente, esta pesadilla ha pillado a la hija de Isabel Preysler en España, concretamente en Ibiza. Ana se encuentra disfrutando de unas vacaciones familiares en la isla pitiusa y aunque es consciente de la delicada situación, prefiere mantener la calma. 

Cautos, la pareja prefiere ser precavida y, al menos por el momento, han decidido seguir adelante con sus planes. Así se lo ha confesado la propia Ana Boyer a la revista ¡Hola!. "Nosotros vamos a volver a Catar a finales de agosto para el comienzo del cole de los niños. No cambian nuestros planes de momento", ha asegurado. 

Lo que es una realidad en estos momentos es que es imposible viajar en avión hasta la capital catarí. Con el objetivo de protegerse de los ataques se ha cerrado temporalmente su espacio aéreo. Sea como fuere, el matrimonio es consciente de la preocupante situación de la región y no descartan tomar una decisión que, entre otras opciones, les podría traer de vuelta a España. Una noticia que, seguro, haría muy feliz a toda la familia. 

Como cada año, Ana y Fernando aprovechan la época estival para fijar su residencia en Madrid, concretamente en la casa de Isabel Preysler. Y desde allí se mueven a Marbella, Ibiza o Formentera. Semanas de desconexión en las que aprovechan para disfrutar de sus familias y amigos. 

Ana Boyer y Fernando Verdasco bautizan a su hijo Martín

Ana y Fernando también han aprovechado el comienzo de las vacaciones para bautizar a su hijo Martín. El pequeño, que el pasado 24 de abril cumplió su primer año, fue bautizado el pasado fin de semana tal y como ha publicado ¡Hola! en exclusiva. Una ceremonia íntima y familiar que tuvo lugar en la capilla de los Misioneros de la Sagrada Familia. 

Tal y como ha podido saber la mencionada publicación, los papás han seguido con la tradición familiar al elegir dos madrinas para su hijo pequeño: Tamara Falcó, que también es madrina de sus dos sobrinos mayores, y Lucía Domínguez Vega-Penichet, una de las mejores amigas de Ana. "Es una supertía. Se los lleva a dar paseos por el campo, les organiza juegos en casa, les cuenta cuentos antes de irse a dormir... ¡Tienen mucha suerte de tenerla como tía!", confesaba la mamá con orgullo. Un papel que no pudo hacer más ilusión a la marquesa de Griñón.

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La celebración tuvo lugar en el jardín de la casa de Isabel Preysler en la exclusiva urbanización de Puerta de Hierro. Quién mejor que ella para actuar de perfecta anfitriona para este día tan señalado. 

A diferencia de Ana, quien no descarta ampliar la familia, Tamara ha decidido darse un respiro, así lo confesaba ella misma en una entrevista a la revista InStyle. "Me encuentro saturada. Me estaba afectando y he decidido darme un descanso", reconocía con la naturalidad que le caracteriza.