Ana Belén, 74 años: “Trabajar con mi hijo es magnífico. Nos entendemos de maravilla. Me fío absolutamente de él”

Ana Belén está de estreno y no es un estreno cualquiera. La artista regresa a la música con la publicación de un nuevo trabajo, ‘Vengo con los ojos nuevos’, en el que, además, ha participado su hijo mayor. 

Mientras que Marina San José ha preferido seguir el ejemplo de su madre y dedicarse el mundo de la actuación, David ha hecho lo correspondiente, pero en lo que respecta a su progenitor. Este músico, con el oído entrenado desde que era niño y acompañaba a sus padres a sus conciertos y actuaciones, es el productor que ha trabajado junto a Ana Belén para sacar este nuevo disco adelante. 

Ana Belén, encantada de poder trabajar con su hijo

Sobre esta colaboración, Pablo Motos preguntó a la artista a su paso por ‘El Hormiguero’. “Trabajar con él es magnífico”, dijo al presentador. “Nos entendemos de maravilla porque los dos tenemos una visión muy parecida en cuanto a música”. Madre e hijo comparten gustos y criterio musical, por lo que colaborar estrechamente es algo muy sencillo para ambos y lo hacen, además de con toda la confianza que da ser familia, con la tranquilidad de saber que ambos están buscando los mismos resultados. 

“Me fío absolutamente de él. Él sabe muchísimo”, remataba la madrileña, mostrando su absoluta confianza en David, con el que no es la primera vez que trabaja, de hecho, uno de sus temas más conocidos, la versión que Ana Belén realizó en 2001 para la serie ‘Cuéntame cómo pasó’, fue una colaboración entre ambos; en la que el joven también llegó a cantar. Entonces, se especuló si él seguiría los pasos como cantante de sus dos padres, pero lo cierto es que él se ha decantado por los arreglos y las composiciones, convirtiéndose en un fabuloso productor. 

La educación de David y Marina San José: libre y apartada de la prensa

David nació en 1977 y su madre habló así de él para las páginas de Lecturas. “Mi hijo es como un juguete, me gustaría estar todo el día embobada mirándolo, pero esto, claro, es ilógico”, decía entonces. En su entrevista para nuestras páginas; la nacida en el madrileño barrio de Lavapiés nos contaba que deseaba ofrecer a su primogénito una “educación muy libre”. Entonces ella afirmaba que buscaba que su pequeño fuera “un niño autónomo y que hiciera lo que quisiera en cada momento, sin ninguna inhibición a raíz de problemas religiosos y moralistas”. 

La venida al mundo del niño, 5 años después de su boda, afianzó mucho más su visión del mundo y quiso para él muchas de las cosas con las que ella, por haber nacido a principios de la década de los cincuenta, no pudo tener. Ofrecerle esta educación en libertad de la que siempre han hecho gala, tanto ella como Víctor Manuel, era esencial. Siete años más tarde de este nacimiento, la familia siguió poniendo en práctica estos mismos principios con Marina, la pequeña de los San José Cuesta.

Otras de las cuestiones que más ha llamado la atención siempre de la educación de los hijos de este mediático matrimonio es lo poco que hemos sabido de ellos hasta que estos no han sido mayores de edad y, entonces sí, han decidido dar un paso adelante y ejercer profesiones en las que de, mayor o menor manera, estaban expuestos al público. Ana Belén no siente que esta decisión los convierta en mejores o peores padres, simplemente, en los padres que deseaban ser; le contó a Jordi Évole. La manera en la que la pareja siempre gestionó la vida privada de sus descendientes siempre ha despertado aplausos por una destacada sección de la población. 

Ahora David es el padre. El hijo de Ana Belén y Víctor Manuel tiene sus propios hijos y con ellos pone en práctica todo lo aprendido. El asturiano se ha convertido él mismo en su propia versión de ‘El abuelo Víctor’. “Soy un abuelo que da muchos besos a sus nietos todo el tiempo, los sobo mucho, a veces más de lo que quisieran, sobre todo, la adolescente", bromeó en una ocasión durante una entrevista con Angels Barceló.