Toñi Moreno, confieso que te recibí de uñas porque venías a sustituir a mi querida María Teresa Campos. Poco a poco, tu aire desenfadado, ingenuo, sin pretensiones, tu encantadora sonrisa mellada me fueron conquistando y ahora ya no me pierdo nunca tu programa.

Sí, pero…

Aquí, entre nosotras ¿qué te propones, querida Toñi? ¿Por qué te empeñas en afearte, me quieres decir por qué llevas esas chaquetas con hombreras, arrugadas y tres tallas más grandes, camisetas de mercadillo con estrambóticas leyendas, pantalones de chándal, vas peinada como si acabaras de salir de la piscina y te maquillas como Heidi? ¡Con lo estupendas diseñadoras, peluqueras y maquilladoras que hay en Telecinco! Esta coquetería al revés debe tener una explicación, aunque quizás todo sea una inmensa broma y cuando acaba el programa te despojas de esas humildes prendas entre risas y te pones un Zuahir Murad que tiembla el misterio.