A la espera de que el público decida al expulsado de la noche, Álvaro Muñoz Escassi ya es el primer finalista de ‘Supervivientes 2025’. Jorge Javier Vázquez y Laura Madrueño se pondrán al frente de la gran final del reality show. Mediaset ha insistido en que se tratará de una gala digna de ser recordara. Contará con el mayor despliegue hasta la fecha.
Anita Williams, Montoya y Borja González todavía no las tienen todas consigo. Antes de enfrentarse a las tres pruebas previstas, uno de ellos será expulsado por la audiencia. Pese al desenlace, cualquiera de ellos bien merecería estar en la final. Han sacado fuerzas para aguantar durante 104 días en Cayos Cochinos sin importarles las inclemencias del tiempo, los insectos, el hambre o los conflictos con sus compañeros. Su esfuerzo ha sido titánico.
Borja González, a priori, podría parecer ser el que menos posibilidades tenga de pasar a la final. El duelo de Anita Williams contra Montoya suscita mucho interés, pero, aun así, el público podría dar la sorpresa. Se trata de un perfil menos polémico que el resto de sus compañeros. Pasó por ‘La isla de las tentaciones’ sin tanta trascendencia. Se puso a prueba, pero no cayó en la tenación. Regresó de la República Dominicana de la mano de Ana Solma y con la promesa de formar una familia. A ‘Supervivientes 2025’ llegó entre confesiones de crisis y asegurando que la paternidad estaba siendo demasiado para él.
Los puntos fuertes de Borja González
Una de las razones por las que el público podría elegirle como candidato para la final, y sería justo merecedor, es precisamente por la sinceridad que ha demostrado durante estos más de tres meses. Es un concursante que se ha abierto en canal sobre los problemas que ha sufrido a lo largo de su vida y eso siempre es de valorar.
Lo apunta Pau Sabaté, experto en imagen y marca personal. "En ‘Supervivientes’, Borja ha aprovechado para hablar abiertamente de estos problemas, mostrando una faceta más vulnerable. Durante una emisión, se emocionó al recibir un vídeo de su hijo en el Día del Padre, un momento que conectó con la audiencia y humanizó su imagen", apuntaba hace cosa de un mes, cuando hizo un perfil para Lecturas sobre este concursante.
Borja también ha admitido sin pudor que ha tomado decisiones que no han sido acertadas: "Además, ha reconocido errores en su relación, como no implicarse lo suficiente en las tareas del hogar o priorizar el móvil sobre la familia, algo que ahora promete cambiar". Es un paso que suele gustar al público.
Para el experto, Borja González ha aprovechado el concurso para redefinir su imagen: "Lejos de limitarse a las pruebas físicas y la convivencia en condiciones extremas, Borja ha utilizado el reality para mostrar diferentes facetas de su personalidad y establecer alianzas estratégicas que podrían influir significativamente en su trayectoria profesional".
Uno de los mejores supervivientes
Otro de sus puntos fuertes es que ha demostrado que es un gran amigo de sus amigos. Como prueba el día que decidió no competir contra Álvaro Muñoz Escassi. "Ambos concursantes han mostrado una relación de respeto mutuo, lo que ha generado especulaciones sobre una estrategia conjunta para avanzar en el concurso. En una ocasión, le permitió ganar y mostró un gesto de consideración que fue ampliamente comentado en redes sociales", señalaba Sabaté.
El valenciano además no se ha metido en grandes conflictos. No ha copado muchos minutos en la estructura del programa, pero es algo que muchos telespectadores también valoran. Borja se ha dedicado a concursar y reunir todas las fuerzas para sacarlas en las pruebas. Por otra parte, no hay duda de que ha sido un gran baluarte en las mismas. Todos han querido contar con él a la hora de realizar las grupales, algo que dice mucho de él como concursante.
