Hay dos temas a evitar en una primera cita: la política y la religión. Juan Antonio (72 años), un emprendedor de Málaga, ha cometido el error de tratar el primero de ellos en varias ocasiones. El soltero ha acudido a 'First Dates' para cambiar su fortuna en el amor. Es un vividor. Le encanta explotar al máximo el día y solo quiere a una mujer con la compartir esa pasión y que "tenga dudas sobre si la tierra es plana". El malagueño asegura que tiene pruebas de que no es redonda "porque lo mejor que tienen los terraplanistas es que pueden probarlo, cosa que los heliocéntricos no lo pueden probar".
Le llaman el "abuelo motivado" desde hace muchos años. ¿La culpa? Una noche en un karaoke donde demostró sus dotes vocales. "La música es mi amante. Yo todos los días ensayo y grabo en mi casa. Tengo una mesa de mezclas y muchos micrófonos", ha reconocido a Laura Boado a su llegada a ‘First Dates’. En el amor, es igual de motivado. Ha confesado ser todo un romántico: "No lo puedo remediar. No me gusta eso de los ligues de un día. No me va. Prefiero conocer a la persona y si es interesante intentarlo".
Lo que le atrae de una mujer es su actitud. "No quiero una mujer tóxica a mi lado que no sepa encontrar el equilibrio", ha comentado a las cámaras de ‘First Dates’ antes de que Boado le retase a cantar a su cita a su llegada. No lo ha dudado. Inmaculada (64 años), una enfermera de La Línea de la Concepción se ha quedado muy perpleja con su recibimiento. Aunque es extrovertida, la timidez se ha apoderado de ella cuando ha entrado por la puerta del restaurante y ha visto el espectáculo que estaba montando Juan Antonio.
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Al final, se ha animado un poco entonando la letra de la canción ‘Bésame mucho’. Tampoco es que estuviese prestando mucha atención porque, como ha reconocido, estaba esperando a Carlos Sobera. "Me hacía mucha ilusión verlo, pero cuando he visto a ese hombre ahí en la entrada, pues no me lo esperaba", ha reconocido a las cámaras del dating show.
Se ha pensado que su cita era el presentador, que estaba en la ubicación en la que Carlos Sobera suele recibir a los comensales. "Pero, ¿usted es del programa o es que me lo han presentado ya?", le ha espetado a un Juan Antonio muy confuso con la pregunta. "Soy tu supuesta pareja", ha contestado el malagueño. "Como no veo aquí a nadie y Carlos siempre recibe a la gente", se ha explicado ella, desilusionada por no poder conocerle.
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Aclarado este lío, el resto de la cita no ha ido mucho mejor. Ha sido un despropósito continuo. A Juan Antonio le ha gustado mucho la actitud de Inmaculada, pero ha cometido un grave error: no ha parado de hablar de política. "¿Te consideras una persona despierta?", le ha preguntado el soltero, introduciendo el tema. La enfermera no sabía ni de qué estaba hablando hasta que le ha aclarado que se refería a "informada de por dónde van los tiros de la vida".
Él ha seguido con su discurso: "No es el momento de decirte ciertas cosas que sé porque me gusta la geopolítica, investigo mucho… Pero no es el momento ni el lugar para decirte cosas que no debo decir. Es que son cosas delicadas". Inmaculada ha tratado por todos los medios de sacar otro tema. No le gusta hablar de política y menos en una primera cita. Sus intentos no han tenido éxito alguno.
Ha llegado al final de la cita y no han hablado de nada. "Ha empezado a hablarme de las guerras y de que esto va a cambiar. No sabía de qué iba el asunto", ha dicho ella a las cámaras de ‘First Dates’. Por este motivo, y por alguno que otro más, ha dicho no a un segundo encuentro: "Como amigos y si quieres venir a La Línea será un placer". Él, en cambio, hubiese aceptado verla una y varias veces más.