Buscar a una mujer para tener una relación seria y confesarle en la primera cita que siempre has sido infiel... no es precisamente empezar con buen pie. La sinceridad es siempre importante, pero hay que tener cuidado a la hora de decir las cosas. De auténtico, Fernando (59 años) tiene un rato. Tacto tiene más bien poco. Taxista de profesión y en la actualidad conductor de grúa por la noche en las calles de Madrid, el soltero presume de haberse gastado mucho dinero en los bares. "Soy feliz. Me gusta la cerveza y me gustan los cubatas", ha confesado a su llegada a 'First Dates'.
Además de su pasión por el ocio, Fernando es también un amante de las motos pese a haber tenido más de un susto. "He tenido un accidente que me he partido por la mitad y he llegado con las tripas en la mano. Me falta la décima costilla, tengo cortado tres metros de intestino... Vivo de milagro porque he tenido varios", ha relatado, dejando sin palabras a Carlos Sobera (64 años). Parece que el comensal no se acuerda de la historia de superación de Alejandro, otro soltero que probó suerte en el dating show.
En el amor, en cambio, ha reconocido haber tenido mucha fortuna con su ex, la única mujer con la que ha tenido una relación seria. Después tuvo varios escarceos. "Me atrae la sencillez. Me gustan mucho las mujeres porque todas tienen una parte buena", ha admitido sin tapujos a las cámaras de ‘First Dates'.
Con esos requisitos estaba claro que no iba a poner muchas pegas a la cita que eligiesen para él. Le han presentado a Esther (59 años, una administrativa también de la capital española. Viene buscando a un "feúcho con morbillo y con gracia" que la sepa llevar y traer porque es una mujer con mucho carácter. "Los he tenido más feos, pero no, no es feo", ha comentado la soltera.
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Tienen mucho en común, son pura vida y de lo más dicharacheros. Llevan el humor por bandera y no se escandalizan por nada. Química tampoco les ha faltado. Lo único que ha echado para atrás a Esther es que Fernando le ha reconocido sin ningún miramiento que le encantan las mujeres: "Soy una cabra, qué quieres que te diga. Creo que soy infiel por naturaleza. Me gustan mucho las mujeres. ¿Qué hago? ¿Te miento?".
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Se ha quedado perpleja. Para ella, la fidelidad es algo muy importante a la hora de estar con una persona. Sin embargo, Fernando la ha tratado de convencer diciéndole que algún día tendría que sentar la cabeza y que puede que sea con ella. "No tiene nada que ver un pasado con mi presente contigo. No tiene por qué ser así", le ha dicho, pero Esther no le ha comprado esa moto. Aun así le ha dicho sí a una segunda cita porque está en un momento de su vida más alocado: "Quiero dejarme llevar un poquito. No me voy a cerrar así porque sí. Quizá me esté perdiendo algo grande". Tampoco la ha frenado la grima que le ha dado que se colocase la clavícula del hombro en medio de la cita.