'First Dates' volvió a abrir las puertas de su restaurante a una decena de comensales. Todos llegaron con el mismo objetivo: encontrar el amor. Sin embargo, a algunos les fue mejor que a otros. Pocos solteros lo han pasado tan mal como Livia. Miss Trans Melilla estuvo incómoda durante gran parte de la cita. No consiguió abrirse con su cita y tenía claro su decisión. Lo llamativo es que se bloqueó cuando tuvo que decir si quería tener o no una segunda cita.

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Livia asegura que no terminó de fiarse de su cita. Había algo en su forma de ser que le impedía confiar en ella. Estefanía se presentó como una mujer bastante completa. Tiene su casa, sus hijos y su vida medio resuelta. "Solo me falta alguien que quiera ser feliz conmigo", respondía. Confesó que en el amor no le ha ido demasiado bien: "Se me pegan todas las loquillas". Pese a sus confesiones, Livia estaba convencida de que no actuó con naturalidad.

First Dates

Livia no pudo controlar las lágrimas

Mediaset España

"Creo que estaba exagerando. Porque una persona cuando actúa con naturalidad no se repite una y otra vez ni actúa de esa manera tan exagerada", llegó a reconocer fuera de cámaras, entre charla y charla en la mesa. Hablaron de sus profesiones, y Estefanía se definió como “camarera, bollera y panadera”. También comentaron sus gustos comunes. Fue entonces cuando la cita de Livia aseguró que le apasionaban "la cerveza, las croquetas y las almejas". Estos comentarios son los que han hecho que crea que estaba siguiendo un guion.

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Livia tampoco sintió que su cita quisiera saber de ella. Miss Melilla quiso saber cómo se había tomado la familia de Estefanía su homosexualidad. Ella respondió que su madre se lo tomó perfectamente. Fue entonces cuando ella le contó que no fue fácil para ella. Su familia no entendía que le gustaran las chicas siendo trans, algo que a su cita pareció no importarle.

Una decisión final entre lágrimas

Llegó el momento de la decisión final. Livia intentó ser sincera. Quería decirle a Estefanía que creía que se había pasado toda la cita fingiendo, que había seguido un guion. Fue entonces cuando los nervios le jugaron una mala pasada. La joven comenzó a llorar desconsoladamente. "Pues, han sido muy interesantes nuestras conversaciones, pero algunas cosas, pues... Directamente, pues... ¡Ay, Dios mío! No sé cómo decirlo", trató de decir antes de llorar sin consuelo. Eso sí, antes le había pedido al técnico del programa que cortase la grabación.

La respuesta de Estefanía Estefanía fue abrazarla. Cuando Livia se repuso, le contestó: "No quiero ofenderte y a lo mejor me estoy equivocando en mi punto de vista. Creo que has sobreactuado un guion, pero a lo mejor no es así". Se refirió a todas las frases que había repetido de forma poco natural. "Lo siento si pienso mal de ti y no es así", añadía. A lo que Estefanía respondió que se estaba equivocando: "Estoy como una cabra. Soy una loquilla". Livia se sorprendió con la reacción de su cita. "No tienes que llorar por decirle a las personas lo que te he transmitido, y no pasa nada", le insistió. Ambas estaban de acuerdo en que entre ellas no podría haber más que una amistad.