La ciencia ha demostrado que la alimentación está directamente relacionada con nuestro estado de ánimo. Así lo recoge el estudio ‘A brief diet intervention can reduce symptoms of depression in young adults' elaborado por la Universidad de Australia en 2019. Desde hace años, otras investigaciones han demostrado que consumir una dieta saludable rica en pescado, verduras, frutas y carne disminuye el riesgo de sufrir depresión. Aun así, este último estudio que ha analizado a un grupo de personas con esta patología ha sido determinante. Los expertos han descubierto que el consumo de ciertos alimentos puede cambiar nuestro estado de ánimo de forma determinante. La dietista y nutricionista, Sara Mansa, ha compartido cuáles son y qué impacto tienen sobre nuestro bienestar.
El 95% de la hormona de la felicidad se fabrica en la microbiota intestinal
“La ciencia lo confirma. La mitad de las personas con depresión estudiadas se sintió más feliz después de recibir consejos dietéticos para mejorar su estado de ánimo. Además, un segundo estudio de la Universidad de Konstanz, en Alemania, llegó a conclusiones similares. Encontraron que el consumo de vegetales elevaba el nivel de felicidad en sus participantes”, señala la experta en ‘Saber Vivir’. Estos mismos estudios han concluido que “los dulces solo generan una felicidad momentánea y pasajera. En cambio, “el consumo de frutas y verduras está asociado a indicadores de felicidad a largo plazo”.
Lo cierto es que cuidar de nuestro intestino es clave para aumentar los niveles de serotonina. Es decir, sobre el neurotransmisor que regula el estado de ánimo, el sueño, el apetito y muchas otras funciones cognitivas. “Es la hormona de la felicidad y hasta un 95% de ella se fabrica en la microbiota intestinal”, subraya Sara Mansa en el citado medio. Por este motivo, nuestra salud intestinal es tan importante. “Ten en cuenta que, si tienes estreñimiento, diarreas, colon irritable u otros problemas digestivos, seguramente también te sentirás cansado o deprimido”, puntúa.
Pero esto no es todo. El impacto que provoca el consumo de alimentos saludables sobre nuestro bienestar va mucho más allá. “Varias investigaciones en el área de la Psicología han encontrado que, curiosamente, las personas que más frutas y vegetales consumen experimentan una mayor sensación de bienestar en su día a día y se consideran más satisfechas con su vida”, añade la dietista en ‘Saber Vivir’. Las causas que se sitúan tras esta evidencia científica son claros.
“Esto se debe a dos motivos que pueden suceder de forma independiente o al mismo tiempo. La sensación de estar invirtiendo en la propia salud al comer más vegetales puede hacerte sentir más seguro de ti mismo y más feliz”, asegura Sara. También “sus vitaminas, minerales y otros nutrientes tienen una acción específica en el cerebro y mejoran la salud emocional”.
El cerebro puede llegar a gastar en un solo día hasta el 40% de los carbohidratos que ingerimos
La dietista ha compartido con los lectores una serie de alimentos y nutrientes que ayudan a combatir la depresión, reducen el riesgo de sufrir esta patrología y aumentan los niveles de felicidad. “Hay que dotar al cuerpo con los 4 combustibles que le harán funcionar a la perfección”, cuenta. El primero de ellos es la glucosa. “El cerebro puede llegar a gastar en un solo día hasta el 40% de los carbohidratos que ingerimos y que el cuerpo convierte en glucosa. Conviene que sean de absorción lenta, sobre todo provenientes de alimentos integrales que contengan fibra y no de azúcares refinados”, explica.
El segundo de los ‘combustibles’ que necesita nuestro cuerpo para funcionar adecuadamente son las grasas esenciales. “No nos pueden faltar y lo entenderás enseguida si te recordamos que el 60% del cerebro es grasa. En especial, necesitamos omega 3, omega 6 y buenas fuentes de colesterol”, añade. Eso sí, ha dejado claro que “es mejor dejar de lado los alimentos procesados con grasas refinadas y decantarse por las grasas de frutos secos, en especial las nueces, pescado azul, aceite de oliva, aguacate, aceitunas, semillas de chía o huevos”.
El tercer nutriente fundamental son las proteínas. “Los aminoácidos presentes en ellas son los ladrillos de los neurotransmisores. Es decir, si no consumimos alimentos ricos en proteínas podemos sufrir estados depresivos, desgana, falta de motivación, dificultad para relajarnos, mala memoria o ansiedad”, asegura. El último de los ‘combustibles’ que destaca la experta y no debe pasarse por alto las vitaminas y los minerales. “Las personas que toman alimentos frescos ricos en ellos suelen ser más felices, piensan más rápido y pueden concentrarse más rápido”.
A parte de estos imprescindibles en nuestra diera, la experta ha destacado varios alimentos que pueden aumentar nuestros niveles de felicidad. “Comer frutos secos a diario se asocia con un menor riesgo de depresión”, puntúa. También el consumo de bebidas con remolacha, pera, kéfir, plátano o vitamina B tienen un gran impacto positivo sobre nuestro estado de ánimo. Sin duda alguna, son elementos determinantes capades de mejorar nuestros niveles de bienestar a gran escala.