¿La belleza depende de cómo estamos o de cómo nos miramos? La forma en la que nos enfrentamos al espejo cambia con los años. Las exigencias de la juventud deberían desaparecer con el paso del tiempo, por más que vivamos en una sociedad edadista que nos obliga a pensar que los años nos quitan belleza. Para Paloma San Basilio, la clave está precisamente ahí, en educar la mirada.
“Con el paso de los años la imagen que tú tienes de ti y la que se refleja en el espejo a veces no coincide, y eso es algo que hay que aprender a manejar”, confiesa en una entrevista que concede a Vicky Martín Berrocal. La forma en la que la cantante, actriz, pintora y escritora se ve ahora, a sus 74 años, no es la misma que a sus 20. Pero sigue siendo una diva y un claro ejemplo de belleza.
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¿Quién es esa del espejo?
En la entrevista, que no tiene desperdicio, Vicky le hace a Paloma una pregunta clave: “cuándo te miras al espejo, ¿qué ves?”. La cantante, ganadora de un Grammy Latino, icónica como siempre, le responde: “Depende. Unos días veo una persona muy alegre, con muchas ganas. Otras veces veo a alguien que me está ocultando algo. Otras veces veo a una desconocida, porque es cierto que con el paso de los años la imagen que tú tienes de ti y la que se refleja en el espejo a veces no coincide. Y eso es algo que hay que aprender a manejar”.
El paso de los años, y su papel como estrella en nuestro país, le han dado a Paloma la perspectiva que permite mirar con sinceridad aquello que somos. “Curiosamente, ahora me encuentro mejor cuando me miro al espejo que cuando tenía 30 ó 40, porque en ese momento yo creo que la necesidad de perfección, de gustar, la exposición excesiva, la exigencia del entorno y la inseguridad… Fíjate, todo combina, es un cóctel molotov, y hacen que tú, cuando estás divina de la muerte, te encuentras fatal”.
Si Paloma San Basilio, que dejó a España enamorada en aquel año 85 con su interpretación para Eurovisión, se veía mal en las fotos, imagina lo que queda para el común de los mortales. Esta es una mirada distorsionada que todos tenemos de nosotras mismas, pero que San Basilio, aliviada, confiesa que se pasa con la edad. “Ahora digo, ‘pero vamos a ver, como yo aquí decía que no estaba bien si es que no se puede estar mejor ni guapísima ni más de todo”.
Una declaración de intenciones
Su conclusión es clave: “No voy a perder más el tiempo, voy a quedarme con el hoy. Me voy a gustar ahora, porque dentro de 5 ó 6 años diré ‘como no me gustaba, si estaba tan bien”.
No se trata de fórmulas mágicas, de maquillaje, de filtros, de dietas ni de cremas. El verdadero secreto para verte bien en el espejo está en gustarte. “Llévate bien contigo”, resume San Basilio. Y para ella, la mejor forma de hacerlo es “cuidándote”, como nadie más va a hacerlo en la vida.
Berrocal, que siempre tiene una pregunta a mano cuando la estrella guarda silencio, le lanza la que todos nos hacemos. “¿Cómo te cuidas tú, Paloma? Porque estás impresionante” Y la respuesta de la cantante, como siempre, sorprende.
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Así es como se cuida Paloma San Basilio
“Yo me cuido como todo el mundo”, asegura la intérprete que a sus 74 años luce una belleza despampanante, la que siempre la ha acompañado. En cuanto a su alimentación, asegura que hace lo posible por comer bien, pero sin hacer locuras. “Yo no me privo de nada”, asegura con su elegancia habitual, “pero lo hago de manera que no me afecte después a que los trajes no me puedan entrar, porque soy muy coqueta y me gusta que los trajes en el escenario me saquen cinturita”.
Para ella, todo es cuestión de disciplina. Porque es este deseo de verse esbelta sobre el escenario el que la lleva a decirse a sí misma “no” cuando toca, pero sin dejar de disfrutar la vida. De hecho, confiesa, que el día del apagón lo dio todo. “Me comí todas las aceitunas que había en el minibar, esa aceituna tan rica. Me comí unas patatitas que eran artesanas, riquísimas. Me tomé un toblerone, que no me lo como nunca, y yo saboreaba todo como si estuviera comiendo en un 5 tenedores. Yo es que disfruto con todas las pequeñas cosas, paseándome por estas carreteras de España, viendo el paisaje”.
Además, recomienda a quien la escucha, es importante “trabajar en ti misma. Cuidarte la piel, desmaquillarte todas las noches, no estar obsesionada por la belleza, sino por el contenido”. Y es que, con los años, San Basilio lo tiene muy claro: “no es tanto el envoltorio, sino el contenido”.
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No es el envoltorio, es el contenido
Para Paloma San Basilio, el verdadero secreto de la belleza no es lo que enseñamos al mundo, sino lo que tenemos dentro bien guardado. Nuestra capacidad de amar la vida, de disfrutarla.
“A veces transmites cosas porque las tienes dentro, pero no te las pueden poner. Y evidentemente yo me he hecho mis cirugías, como todo el mundo, pero a partir de ahí, yo creo que es más que nada cuestión de tener contenido. Cuando estás con alguien, que desprendas inteligencia, sensibilidad, a veces humildad”, reflexiona la artista.
Y si hay un accesorio que jamás le falla a su belleza, es sin duda la sonrisa. “Soy muy bromista”, confiesa, “me encanta reírme y decir tonterías. El humor es la amalgama que consigue pegar cosas impegables”.